“Ya no pierdo el tiempo, como antes”. Con esa frase lapidaria, la reineta Camila Recabarren deja en claro que su nueva vida es muy distinta a la pasada.

Ya instalada en Santiago hace un mes, la bella maniquí está centrada y concentrada en su etapa de mami con responsabilidades.

“Cuando estaba en La Serena, no hacía nada, pero en Santiago me estoy esforzando mucho para ser más, para profesionalizarme. Quiero estudiar y darle lo mejor a mi hija, porque la belleza pasa”, narra con una madurez pasmante.

Y hasta ahora, las cosas marchan de lo mejor pa’ la Cami. “Hice bien con venirme a Santiago, porque en La Serena está todo muerto. Acá me salen hartas peguitas y me invitan a programas”.

- La hemos visto harto en las mañanas de La Red.

- Sí. No es nada fijo, me invitan harto y yo aprovecho, porque todo eso me sirve bastante.

- ¿Le gustaría quedarse?

- Yo voy de a poco. Estoy contenta, porque puedo comentar de moda y eso es lo mío.

- Con su facha de reina, dejó loco (miércoles) al pobre Eduardo de la Iglesia.

- Es que asumo que fui muy mina a ese programa, y es natural que a los hombres se les desvíe la mirada en esos casos. Igual me da pena, porque sé que las mujeres, aunque nos hagamos las lesas, somos celosas. Algún reto le llegará al pobrecito.

- ¿Quién le cuida a la Isabella pa’ trabajar?

- Tengo una señora que me la cuida, pero yo no la dejaría sola nunca. Es más, ahora nos vamos juntas de vacaciones a Brasil.