Pablo Eduardo pasó todos los casting de "Talento Chileno", y ayer era su prueba de fuego: Debía mostrar por primera vez su gracia al implacable jurado compuesto por Antonio Vodanovic, Fran García-Huidobro y Rodrigo Díaz.

Nada del otro mundo, sino fuera porque el hombrón, de 28 años, tiene el nombre artístico de "María Carolina Bernier". Como lo lee. Se trata de un transformista de tomo y lomo, ganador de numerosos concursos de belleza del rubro.

"Soy la única transformista que hace gimnasia artística y baila con taco aguja", contó al diario pop.

En el casting previo que se realizó a comienzos de semana en un mall capitalino, la producción de la pomada buscatalentos de Chilevisión consideró que su show "era algo novedoso y que era fuerte el cambio de hombre a mujer".

"Pese a todo, igual me asusta enfrentarme al jurado. No sé cómo van a reaccionar frente a este tipo de espectáculo, pero tengo fe que voy a quedar. Mi idea es que el público de la casa entienda lo que significa el transformismo", añadió "María Carolina".

Eso sí, la chiquilla de voz ronca se quedó con las ganas de mostrar su arte debido a que, por razones de tiempo, la grabación del cocido se postergó para hoy.

Pero como se tiene más fe que lola de 15, confía en que seguirá avanzando hasta llegar a la etapa decisiva.

"Este año fui coronada Miss Cero 2010. En octubre entrego la corona. El año pasado fue Miss Naxos y, en 2008, Miss Tocopilla. El 2002 salí elegida Miss Queen. Creo que tengo suficientes méritos", subrayó.

Le consultamos si se inspiró en Candy Dubois, la controvertida vedette que alguna vez fue hombre y a quien el grupo "La Ley" dedicó la canción "Fausto", para realizar su performance.

"Algo de eso hay, pero no la conocí personalmente. Me hubiese gustado, porque tengo entendido que marcó una etapa. Admiro mucho a Alexander, más conocido como Alexandría Facur; y a Polette Fabres", dijo.

La grabación del segmento de "Talento Chileno" se realizó en el centro cultureque "Matucana 100". Cada miembro del jurado llegó al recinto a bordo de un tocomocho de lujo y sin patente.