Marcar 46 años no es para echarse a morir, ni sentirse tata, pero a Juan Falcón le pesan. Y no se complica en reconocerlo.

El actor, conocido hasta por debajo de la tierra por ser galante y picaflor, pronto estará de vuelta en la pantalla con La Doña. E increíblemente dice que lo que más le gusta de la teleserie es que sepultó sus roles de lolo califa los que, a esta edad, asume que ya no le asientan por número ni facha. "Ahora soy un galán maduro", asegura convencido y con un aire casi paternal.

Claro, le tocó el papel del gobernador de Santiago, el que perderá el mate por Catalina de los Ríos y Lisperguer (Claudio Di Girolamo). "Vamos a hacer cosas de grande. Con la Claudia hemos trabajado en varias teleseries. Estamos en una etapa parecida a esa donde hicimos varias seguidas hace tantos años... Pero estamos igual de buenos mozos los dos, ah".

- Con hartos años más sí, pueh.

- Los años pasan y se sienten, y no por gusto. Ya no puedo leer bien, estoy medio piti, jajajá.

- ¿Y tu fama de galán insaciable también está resentida?

- Ah, ahora pasé a ser galán maduro, ya no más de cabro chico. El galán maduro da posibilidades de funcionar de manera distinta al joven. El conquistador mozuelo tiene otros atributos... Cuando uno pasa a ser galán maduro, puede convencer y puede seducir de otra manera, no estar siempre mostrando el musculito o haciéndose el bonito.

- ¿Con qué cositas sería?

- De otras formas de actuar. Mira, en La Doña hay harta piel y sensualidad, todo bien ocupado, nada por rating.

- Ay, mijito, siempre dicen eso, pero después igual se sacan la ropita.

-A mí siempre me ha preocupado de las teleseries nocturnas que con tal de hacer rating, se muestra. Eso lo encuentro que está bien para el galán joven, pero lo entretenido de pasar al maduro es que está súper justificado, está todo bien puesto desde cuando tienes sexo con alguien o hasta cuando te paseas mientras te estás vistiendo.

- ¿Te tonificaste para esas escenas?

- No mucho. Al principio de la teleserie uno se empieza a preparar, ir un poco al gimnasio, pero la verdad es que con todo lo que he hecho en televisión no tengo mucho tiempo.

- ¿Amigo o enemigo de las cirugías, del bótox?

- El bótox para los actores es medio complicado, porque tengo entendido que te quita las expresiones. No tengo nada en contra de las cirugías, lo difícil es quedar bien, que no te cambie la cara o la expresión. Una operación son palabras mayores.