Una vez más, la sanita cantante gringa Jennifer López hizo delirar a los hombres del mundo entero. La belleza lució uno de los vestidos más comentados de la gala anual del Museo Metropolitano de Nueva York, evento que se desarrolló anoche en gringolandia y que reunió a lo más granado del espectáculo mundial.

La belleza se dejó caer en la cotota alfombra roja con un vestido Versace, donde predominaba el color rojo, cuya gracia principal era la transparencia que dejaba sus tutitos a vista y paciencia de los millones de califas que siguieron el mambo.

Todos los artistas y modelos invitados al carrete debían lucir trajes con diseños inspirados en China (país que inspira la exposición del año 2015), por lo que JLO cubrió la parte delantera de su transparencia con unos dragones de diamantes.