Triste y con caleta de lágrimas tras la despedida de sus hijos (Nicolás, Maite e Iñaki) y de su esposo, Fernando Solabarrieta, partió ayer Ivette Vergara a las grabaciones del cocido de TVN, La Ruta de Gengis Khan, espacio con el que recorrerá parte del Imperio Mongol.

En plática con La Cuarta, entre el pesaje de maletas y el ingreso al pájaro de acero, la retornada carta del canal nacional aseguró que lo que más extrañará será al marido y a sus tres peques, ya que la periodista estará viajando durante más de dos meses por Asia junto a Ricardo Astorga.

"Lo que me ha complicado es el tema de mis hijos. Ahora estoy mucho más angustiada, el más chico (Iñaki) estuvo poniendo caritas y haciendo pucheros. Esas cosas me parten el alma, pero saben que es una oportunidad que se da una vez en la vida y que me voy a trabajar. Además, se quedarán regaloneando con la abuela", dijo Vergara.

La periodista dejó clarito que era una mujer sencilla al momento de viajar. "Voy con una sola maleta, porque hay que llevar los menos cachos posibles. Incluso, tengo otra dentro de ésta, donde traeré los regalos. En cuanto a las tenidas, llevo como cinco trajes, muchas poleras y ropa interior, que si tengo que dejarla allá, no me haría problemas. Además, un bolsito de maquillaje, aunque no lo utilizo mucho".

Otro que quedó con el cucharón apretado fue Fernando Solabarrieta, quien aseguró que se trajo a su mamá desde Puerto Natales, para ayudarlo en el cuidado de sus retoños. "De la casa para dentro soy un cero a la izquierda. En términos logísticos se va a resentir mucho. Menos mal que llegó mi madre".

"Estamos un poco apenados. Cuando hablamos del viaje, no le tomamos el peso de estar tanto tiempo separados. Ahora empatamos con todos mis viajes, ya que nunca me fui por tanto tiempo", dijo el periodista y comentarista deportivo.