Nunca le creyó a los odiosos cahuines. Es más, hasta la muerte le puso la fianza a su amada carioca. En fin.

Siempre hemos escuchado que el amor es ciego e incluso tuerto, pero el Joche salió como mono porfiado. Por eso se mandó el medio costalazo.

Por más que su amigui del mundo exterior y de encierro, Mariana Marino, le dijera que la Michelle algo se traía entre xuxucas y flautas, el hombre se hizo el león sordo y más encima le echó mansa foca a la polola de Roca por andar inventando leseras. Pavo.

Tanto era el amor y lo calzonudo del cordobés que habla como Luli, que incluso se cuadró con su novia para de la manito hacerle bullying a la pobre Dominique, llegando a mancillar su honra catalogándola de "chancha negra". Na' que ver.

Pa' más remate, el cabro nunca entendió las razones de su pierna suave para emplumárselas del reality. Y como dice el sabio refrán: "Ojos que no ven, corazón que no siente".

Cuento corto y aunque usted no lo crea, tuvo que entrar la mismísima garota a la mula realidad del 13 para de una vez por todas terminar con las especulaciones.

Michelle le pidió a la producción regresar a la pagoda para tener unos minutos a solas con Joche y así contarle la que duele.

El che se puso a saltar en una patita cuando vio a mi tía y de una se la llevó al sector de la piscina, pero casi se le cae el caracho cuando su minurri, tras varios versos dedicados a la inmortalidad del cangrejo, le dice que "de todos los rumores y cahuines que has escuchado no todo es verdad, pero sí tengo que confesarte que fui infiel".

Ahí se le acabó el mundo al cordobés. Puso cara de acertijo y empezó a mover la cabeza para todos lados tratando de buscar una explicación.

"¡¿Cómo pudiste hacerme eso, te traje acá, te di todo y me respondés así?!", pataleó el cornudo.

Michelle estaba mal. Joche a punto de soltar el lagrimón y tras varios tiras y aflojas, la modelo le soltó el nombre del amigo que llegó a rayarle los cuadernos. "Los dos lo conocemos (...) Fue con Bruno".

Joche estaba hecho pebre cuchareado cuando llegó el momento del adiós de la brasuca: "Ahora me voy a Brasil y después a Europa". Snif.

Con esta papita entre manos nos comunicamos con Bruno Coleoni, quien ante la consulta de rigor sólo nos dijo que "si ella lo contó por algo será. No te puedo decir más".

Fue la propia Michelle la que echó al agua pato a Bruno Coleoni. La cabra dejó a Joche para la trompeta.