Aunque reconoce que no canta ni en la ducha y que lo más probable es que duraría menos que un candy en Mi Nombre es, Kenita Larraín nuevamente se la va a jugar y esta vez como cantante.

La modelo nacional que estuvo en Bulgaria participando en un videoclip del ex chico Yingo, Ivo (Evailo Kolev), la rompió allato y fue invitada hasta a la carta de ajuste de todos los canales.

Este éxito le permitió recibir una nueva oferta, pero esta vez para ir a grabar su propio tema en búlgaro con su correspondiente videoclip para lo cual viajará en un mes y medio más a las Uropas.

- Realmente te recibieron como ídola en Bulgaria.

- Me sorprendió. Allá me encontraron carismática y parecida a Cameron Diaz. Incluso cociné camarones al pil pil en un programa y vamos a salir en una revista como la Caras de Bulgaria.

- Se te nota muy feliz con este nuevo desafío.

- Realmente lo estoy. Me gustó la idea porque será un tema rápido en onda dance. Me voy a preparar harto.

- ¿Y habías cantado antes?

- Algunas veces pero sólo en karaoke con mis amigos, jajajá. Lo último que hice fue cantar una estrofa en búlgaro con Ivo, en un noticiario, pero fue una humorada.

- Me imagino que la música romántica es lo tuyo...

- Sí, siempre canto en karaoke música romántica, pero en este caso, la canción que tendré que cantar ya se está escribiendo y es bien movida.

- Está claro que con Luis Miguel algo aprendiste.

- Jajajá, realmente me daba vergüenza cantar al lado de alguien que lo hace tan espectacular.

- De más, lo tuyo será algo más bien tipo el Koala de Rocío Marengo.

- Puede ser. En todo caso me voy a preparar harto en cuanto al tema físico y por supuesto con el canto. Me han dicho que hay que preparar el tema de la impostación de la voz y la afinación.

- ¿Y si las lucas son buenas te quedarías por allato?

- No lo sé, soy una persona en general de vida muy aventurera. Estuve en Perú haciendo una teleserie, me ofrecieron un minipapel en cine en España, acepté ir a Argentina al Bailando por un Sueño, siempre me la juego, no me achico, voy de igual a igual. Acepto los desafíos y nunca me he tomado las cosas tan rígidas. Soy flexible y me adapto a lo que venga.