Lamentable el periplo de Kenita Larraín en la pomada che de Marcelo Tinelli se acabó definitivamente, ya que la chilena fue eliminada de "Bailando por un Sueño".

En la ronda de repechaje, María Eugenia Larraín y su pareja Martín Whitencamp no fueron salvados por el jurado por lo que tuvieron que ir al voto telefónico enfrentando a la Tota Santillán.

Aquí la cosa no tuvo vuelta, ya que la rubia obtuvo un 41% de la votación, contra el 59% de la chiquilla que se salvó. Para colmo Kena no tendrá opción de repechaje, medida que sí se hacía en dicho cocido los años anteriores.

RABIA

El público en el estudio no estaba conforme con la decisión y así lo dio a entender gritando a rabiar el famoso "injusticia, injusticia".

La chiquilla se tomó con calma su sobre azul y reconoció que su futuro tiene cara Argentina. "Tengo ganas de quedarme aquí, me han recibido muy bien y tengo mucho más para dar. Lo que viví en el programa de Marcelo fue un sueño, lo disfruté a pleno, pero esto recién comienza".

LA FIRME

Antes de que Kenita bailara, Marcelo Tinelli le preguntó sobre el argentino famoso que le gusta. "Es morocho, soltero, alto y trabaja frente a cámaras, ¿quién es?", le suplicó Tinelli, y comenzó a buscar persona por persona en el estudio alguien que cumpliera los requisitos.

Moria Casán, miembro del jurado, hizo estallar la bomba: "Marcelo, Kenita se muere de amor por usted, se le cae la baba…", dijo la diva argentina. "La Cordillera la compartimos, a Tinelli no", cerró Moria.

Ante esto el animador argentino miraba a la chilena sorprendido. "Marcelo, ¿tú estás solo?", le dijo Kenita a su compinche.

"Kenita, antes que usted estamos nosotras, las bailarinas, las participantes… ¡y además Marcelo está con Paula!", dijo Carmen Barbieri, otra de los jurados, nombrando por primera vez a la esposa de Tinelli.

Kenita explicó que no tenía tiempo para el amor por su trabajo. "Pero siempre hay un hueco para el amor", la interrumpió Tinelli, sugiriendo que se podía hacer un lugar en la agenda. "En Chile un hueco es un trolo", dijo Kenita, provocando risas.