Protegido por sus amigos y sin decir ni pío, el futbolista Jorge "Kike" Acuña abandonó el Juzgado de Garantía de San Bernardo, tras ser formalizado por el delito de daños contra un fotógrafo de La Cuarta.

El ex de Carlita Jara, que hace rato no pisa una cancha, pasó la noche en el camarín de la 14ª Comisaría de San Bernardo, luego que fuera acusado por nuestro colega Marcelo Segura de golpearlo y destrozarle su instrumento de trabajo.

El atado ocurrió en la disco "Estación 21" de San Bernardo, cuando el deportista atacó a Segura, al parecer, molesto porque le tomaban fotos.

Pese a la agresión, el profesional del diario pop mantuvo la calma y decidió llamar a Carabineros.

Tras su detención, a Acuña se le levantaron cargos por estropear la cámara fotográfica.

Luego de ser formalizado por la fiscal Marisa Navarrete, la jueza Gloria Miranda lo dejó en libertad y le prohibió acercarse al fotógrafo hasta el próximo 14 de junio, cuando se realizará una audiencia de acuerdo reparatorio para compensar los daños.

NO RECONOCE

"De acuerdo con los antecedentes que me ha proporcionado, él no tiene ninguna participación en los hechos que se le imputan", señaló tras la audiencia el abogado del volante, Nelson Cerda.

- ¿No aceptarán el acuerdo reparatorio de pagar la cámara fotográfica?

- No lo sabemos todavía. Es una situación que tenemos que estudiar. En principio Kike niega toda participación en los hechos. Desde ese punto de vista, obviamente, decir que vamos a llegar a un acuerdo reparatorio es un poquito prematuro en este instante.

- ¿El Kike estaba ebrio?

- No, para nada. Estaba en normal estado de temperancia.

LA CHISPA FUE LA MOCHA ENTRE LA GEISHA Y LA CHE MASINARI

Algo así como la ruta de la violencia o del cachuchazo suena bastante ad hoc para bautizar los sucesos que antecedieron el altercado protagonizado por Kike Acuña. Mientras Óscar Garcés intentaba animar la disco, Anita Alvarado rugía que le pegaría a su enemiga, la che Nataly Masinari. Pero una chica del desfile fue más hábil y le mató el punto a la Geisha al tirarle el pelo a la bife. Al tanto de todo, Ani esperó tener todas las cámaras encima para, sin mediar vocal, plantarle un sonoro manotazo a la rucia, quien terminó llorando. ¡Qué ejemplo, damas!