Pamelita Díaz con toda razón es llamada la Fiera. La chiquilla que hace rato dejó de ser un rostro estable en tevé, hoy se pasea de lo lindo por cuanto canal la invitan para sacar a relucir su nueva cuerada. Sobre todo, hoy que su repertorio no sólo le lleva modelaje y cítricas palabras, sino todo un show revisteril, incluido el famoso baile del caño.

Anoche, en "Animal Nocturno", la cabra dejó clarito por qué es la nueva musa de Belloni y antes de realizar la prevista performance, le explicó al Pipe Camiroaga de una manera terrible de pedagógica cómo aprendió el bailoteo con el fierrito, pero esta vez usando al Halcón de Chicureo como caño humano.

"Tenís que estar tieso", le repetía la Fiera a cada rato al animador que no hallaba qué hacer ante la demostración de la morenaza. "¿Ni un besito al caño, nada?" preguntó Camiroaga finalmente, con varios grados de temperatura de más, a lo que Pamela lo chantó en seco, "No po' si es de fierro".

SHOWOMAN

Para la Fiera, el gran referente chileno de los últimos años, en cuanto a revistas se trata es Marlen Olivari. Su fin en todo caso es llegar más alto que ella y para eso está en clases de caño hace unas dos semanas.

Por su lado, su pierno, el futbolista Manuel Neira no le pareció muy gracioso el temita, pero no le quedó otra que apoyarla. "Hágalo", le dijo cuando Pamela le contó cuál sería su nueva gracia.

"¿Se viene una carrera?", le consultó Camiroaga, a lo que la cabra le contestó de una, "ya empezó po". Además aseguró que esta nueva faceta  definitivamente le viene como anillo al dedo. "Como no estoy en televisión, esto es lo mío", verseó la maniquí.

ENCHULAMIENTO

La morenaza tiene clarito que gran parte de esta buena racha, es resultado de su enchulamiento. Al contrario de varias chiquillas que hoy se ponen y se ponen la Pame hizo lo contrario, "me achiqué algunas cosas, lo que hace que me vea más flaca", dijo mientras se miraba las callaguaguas.

En todo caso, no está de más recordar que hubo cuatro meses de gimnasio detrás de sus nuevas curvas, a punta de ejercicio bajó los 22 kilates que subió con su retoño y el bisturí hizo el resto.

Constanza Martínez R.