Hace unas semanas que por la tele se promociona la nueva teleserie "El Regreso", de TVN, (irá a las 15.00 horas) donde se ve a Alejandra Fosalba pasándola como el forro en una cárcel, pero después saliendo en libertad.

Grabar su papel de reclusa, la sufrida Fátima, no fue fácil. Pa' empezar la actriz confiesa que le dio julepe ir a una peni de verdad a cachar el mote, como acostumbran a hacer sus colegas para empaparse del rol. De todas maneras, igual estuvo entre las rejas, ya que le tocó hacer varias escenas en el abandonado recinto penitencial de Buin. No la van a creer, pero de tanto estar allí, la morena terminó más espirituada que las hermanas Peña. Ale cuenta que quedó con una energía rara luego de todo lo que vio y supo de la vida en esas paredes.

"Me preparé mucho antes de hacer las escenas de la cárcel, pero después me di cuenta de que no era necesario, porque ir a grabar a un lugar así ha sido la experiencia más alucinante y espeluznante a la vez", dijo.

-¿Por qué tanta contradicción?

- Se abre un nuevo ámbito para mí como actriz que en otras circunstancias claramente no conocería y, espero no conocer nunca, y eso lo hace alucinante, pero la energía que había en ese lugar era terrible y es lo más fuerte que me ha pasado.

- ¿Por qué tanto?

- Cuando fuimos a la cárcel de Buin me empecé a meter en todas las piezas y ver todo lo que había para conocer. Hay algunos lugares de castigo donde las encerraban cuando hacían cosas, sin ventanas ni luz, con mucho frío y mucha humedad, era muy terrible.

- ¿Te dio mucho miedo?

- Fue una sensación de tristeza, angustia y melancolía, también de desamparo, de miseria.

- Chuata, parece que quedaste bastante plop.

- Cuando grabamos el clip de la teleserie éramos como 30 y yo quedé agotada de tanta mujer y eso que fue un día de grabación, sobre todo porque hicimos una pelea que fue mucho más larga de lo que mostramos en el clip, pero no me gustaría vivir una experiencia así.

-¿Cómo te las arreglaste para saber cómo era estar en la cárcel para hacerlas de Fátima?

- No busqué testimonio de internas, sino de personas que habían estado en la cárcel y con los gendarmes que cuidan la cárcel de Buin, la que a pesar de estar cerrada después del terremoto igual tiene guardias y ellos me contaron lo que pasaba.