Desde ayer las chorrillanas de Valparaíso tienen sabor a nostalgia, porque entre vítores fue despedido el cantante peruano Lucho Barrios, bolerista que interpretando "La joya del Pacífico" paseó las bondades del puerto a través de todo el mundo.

Ídolo de multitudes, el cholito más querido de nuestro país fue sepultado pasadas las 14 horas de ayer en el Camposanto Mapfre Huachipa, de Lima, en compañía de cientos de seguidores y sus tres hijos, Milagros, Armando y Lucho Jr; quienes en más de una ocasión rompieron en llanto al comprobar la devoción que sentían los seguidores de su padre no sólo en Perú, sino que también en Chile.

Un buen ejemplo de aquello lo protagonizó el empresario parrillero Juan Carlos Farías, el mismo que cada semana empapela medio Chago promocionando sus eventos, y que cortito de genio le chantó la bandera chilena al ataúd del artista justo antes de que decendiera a su última morada.

"El cajón se fue sólo con la bandera chilena y no con la peruana. Yo se la puse de puro buche, de hecho llevaba dos por si quitaban la primera", confesó el hábil representante nacional.

Al adiós también asistió el alcalde de Pancho Gancho, Jorge Castro, quien emocionado afirmó que el intérprete de "Mi niña bonita" "es desde ya el primer embajador póstumo de nuestro bello puerto chileno".

El edil, acompañado por el embajador de Chile, Fabio Vio y el cantante Américo, agregó que el hombrón le puso alas "al himno más bonito de nuestra ciudad".

Mientras tanto, en Valpo no cesaron los homenajes. A la idea de ponerle Lucho Barrios a una de las calles del centro histórico, ayer se sumó la confirmación de que el cantante tendrá su propia animita en el popular bar "Liberty", el más antiguo de la ciudad y picada fija del rey del bolero.