A puro ojímetro, si los postres son los que tienen así a Luli, la rulienta debe seguir cuchareando, ya que son varios los que sueñan con chupetearle hasta los huesitos.

"Me encanta que se me vean las costillas, es una estupidez, pero me saco fotos. Me encanta ver mi abdomen, mi cara más menudita. Siento que me amo, detrás hay un sacrificio enorme, constancia, perseverancia", detalla la crespa, cuya carrocería se encumbra a los 55 kilitos, lejos de los 67 que tenía cuando la mandaron a comerse los postres.

- Oye Luli, ¿te enviciaste con la balanza desde que la Fran te tratara de gordis y la Lemus de “gorda lechona”?

-Siento que cuando lo dijo la Fran, ella me ayudó, no lo hizo con maldad y hasta hoy me dice que estoy regia, me sube el ánimo, siento que me ayudó, no me perjudicó. La maldadosa fue la innombrable, seamos realistas, pero ahora siento que como estoy más flaca estoy aceptada en el medio.

-Pero si con el tutito contundente igual eras bien requerida. Uno agradece las linduras carnuditas también.

- Sí y no debería importar si uno es flaca, gorda o rellenita. Pero a un gordito lo molestan en el colegio, en la calle, en la micro, el avión. Y yo siento que se reían de mí, no tanto en la calle, pero en los eventos me miraban raro o eso sentía.

- Muchos se asustaron cuando confesaste que sufrías de bulimia, ¿cómo va eso?

- Una no puede salir adelante sola, por eso me metí en un tratamiento, fue un proceso. Ahí supe en qué momento comer. Además, mi mamá se preocupó y aunque no lo creas, después de 4 años, recién hace 2 meses estoy comiendo comida de casa. Mi abuelita está cuidando a mi hijo y nos cocina maravilloso. Me cuida, está detrás mío, decidió cuidarme cuando el tema de la alimentación se me fue de las manos.

-¿La “nona” te obliga a repertirte el menú?

- A repetírmelo no, pero me hace porotos, cazuela, charquicán al almuerzo. Además de eso, estoy puro deporte (va casi todos los días, 2 horitas al gym) buena alimentación, y 3 veces a la semana voy donde una esteticista, Gloria Baeza, a hacerme masajes.

SANTA LULI

Ni un mes lleva abierta su boutique "Nicole Moreno by Luli" en Provi y además de las buenas ventas, la modelo ha tenido que ver filas de barsocas de pata grande que le hacen la guardia para hacerle los pedidos más insólitos.

“El otro día llegó una señora diciendo que le iban a quitar un departamento y si le podía dar 2 millones altiro. También el curita que me inaguró y bendijo la tienda, vino hace una semana y me dijo que necesitaba que le diera dinero para arrendar un departamento, fue muy freak..."

- Está bien que te prendan velitas, pero estos confianzudos se pasaron...

- A mí me da pena. Yo puedo ayudar a la gente en beneficios y quiero abrir más tiendas para ayudar a dar trabajo, pero también tengo mis gastos que cubrir.