Emocionantes momentos se vivieron ayer en el Buenos Días a Todos, luego que se concretara la salida de la emblemática voz en off del matinal, Pato Frez, quien peló la papa durante 20 años detrás de cámaras.

"Mi despedida fue el viernes desde mi puesto de trabajo. Lo de hoy (ayer) fue para la audiencia", dice el dolape, quien se mantuvo gran parte del tiempo sin botar ni una lágrima, pese a que en las pantallas no dejaban de mostrar imágenes con sus mejores momentos.

Sin embargo, la tranquilidad duró hasta el momento en que Mauricio Correa, el director del matinal, entró al set a entregarle un regalo. Ahí no aguantó las lágrimas.

"Fue el momento más significativo, él siempre me protegió, no sé por qué me tenía tanta buena", dijo Frez sobre su ex jefe.

El locutor que dejó su puesto para dedicarse a su otra pega de pastor en una iglesia evangélica, reconoce al diario pop que durante este último tiempo se dio cuenta de que el micrófono ya no era lo suyo.

"El Patito Frez, el buena onda que todo el mundo quiere, porque era un tipo sin opinión, es un personaje que falleció, se murió junto con nuestros compañeros", nos confiesa Patricio, quien agrega que "sigo siendo un tipo alegre, la misma persona, pero yo tengo una opinión".

A pesar de que tenía hace un buen rato en carpeta la decisión de retirarse, el accidente de Juan Fernández, lo hizo dudar.

"Cuando pasó el accidente y no encontrábamos los cuerpos de estos chiquillos, pensé que mejor no me iba, que esperaría un tiempo, pero después empecé a sentir que sí tenía que irme. La vida es tan corta, que tenía que tomar la determinación luego, porque después podía ser tarde", señala.

Frez agrega que los fatídicos últimos acontecimientos que terminaron con la vida de cinco miembros del matinal, fueron una señal divina.

"Absolutamente (todo fue una señal divina). El equipo es muy inteligente y saben enfrentar todo tipo de situaciones, uno puede echar de menos un rato, pero después se olvida", dijo el locutor.