Patrick Swayze hizo las paces con la idea de morir de cáncer pancreático, después de considerar inicialmente que su diagnóstico era "una broma cruel", según relata en las memorias que saldrán a la venta a fines de mes.

La estrella de "Dirty Dancing", que falleció el lunes a los 57 años tras pelear 20 meses contra la enfermedad, escribió que luchar con el cáncer había sido "una montaña rusa emocional".

En extractos de "The Time of My Life", publicados ayer, escribió: "Comencé a pensar interiormente, he tenido más vidas que 10 personas juntas al azar y ha sido una travesía increíble. Entonces esto está bien".  "Había estado emocionado por la cuesta arriba en la que estaba mi vida", escribió Swayze.

Según las informaciones que se manejan, el actor podría ser sepultado en un cementerio de Los Angeles junto algunos de sus familiares, este fin de semana.