La locura automática por Paul McCartney aterrizó en Chile a más de un mes de que se realice el segundo concierto del ex Beatle en nuestro terruño. La primera vez de Sir Paul fue en 1993 y no logró llenar el Estadio Nacional. Hoy la historia pinta diferente.

Y es que a pesar de que son los precios más altos de Latinoamérica, los fanáticos criollos no la pensaron dos veces y corrieron a conseguir su ticket. Para ayer al mediodía ya que casi no quedaban entradas de las más caras, todas sobre 100 lucas.

La historia se repetía en los diferentes puntos de venta: Filas interminables de seguidores que esperaban su turno y una vez comprada la entrada demostraciones de felicidad como si hubiesen ganado un pozo acumulado.

A pesar de que varios creían que habían sido precavidos y llegaron tempranito a los centros de Ticketmaster, se encontraron con que no eran los únicos y antes de la apertura de las tiendas las filas eran enormes, alcanzando las tres horas de espera en promedio.

Aunque antes de hacer la compra el show era aparte, ya que por más que madrugaron las entradas más caras estaban agotadas, por lo que debían transar en las ubicaciones.

Hasta las 19 horas de ayer, DG Medios, productora encargada del evento, estimaba que ya se habían vendido unos 18 mil tickets, es decir, unas 150 entradas por cada 10 minutos.

Sobre los altos valores de las entradas, no hay mea culpa. "Vamos a entregar la misma calidad de show de Londres. Había precios para todos los bolsillos. Estamos muy tranquilos como productora", declaró al diario pop Rodrigo Martínez, encargado de prensa de DG Medios.

Los que no estuvieron nada felices fueron aquellos que decidieron realizar su compra de oro en el Cine Hoyts de La Reina, ya que además de estar más de 2 horas en la fila y sólo poder pagar en efectivo, cerca de las 15 horas la máquina de Ticketmaster colapsó y la venta de entradas se detuvo. La solución no llegó hasta pasadas las 16 horas.

En todo caso, no fue lo único que colapsó, ya que a la medianoche del viernes, día que comenzó la venta, la página de Ticketmaster también se anduvo estresando y le causó más de un dolor de cabeza a los fans.