Rosita Parsons quedó viuda a solo un año de casarse

Rosita está devastada y todo su círculo se encuentran en shock por la partida de un hombre reconocido por ser un comprometido jugador de polo.

Incluso, según nos contaron algunos cercanos, fue esa misma afición deportiva la que lo hizo cercano a Felipe Camiroaga, con quien compartía el gusto por el deporte y los caballos.

En su afición a este deporte siempre lo acompañaba su amada Rosita, y de muestra un botón: durante el verano fueron fotografiados juntos disfrutando del Máster de Cachagua, uno más de los eventos familiares y sociales en los que se dejaban ver.

Bien quitados de bulla, lejos de los focos, los tortolitos se hacían el aguante en cada actividad que emprendían.

Según quienes lo conocieron, era un hombre de vida sana, (le hacía el quite a los puchos), de buen humor y un caballero.

A pesar de los cuidados por llevar una vida light, un infarto agudo al miocardio no tuvo clemencia con el empresario, quien falleció ayer, a las 00.35 de la madrugada, tras ser internado en la Clínica Alemana.

PRIMER ANIVERSARIO

La pareja celebró en enero su primer añito de casada. Una relación que cumplía una década.

Tras separarse de Claudio Izzo, Rosita señaló en la revista Cosas del 2007 que apenas conoció a Antonio se había dado cuenta de que era el galán para ella.

"Es un hombre maravilloso, un gran compañero... Me lo presentó un amigo en un almuerzo y lo encontré muy buenmozo. Es un gran hombre y tiene unos hijos maravillosos", comentó en la publicación.

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