Resulta que a Shakira la pillaron chanchita entrando en una academia de stripers de Barcelona. Imagínese la bomba erótica que sería el movimiento de caderas de la rucia junto con el empelotamiento de rigor. Es como pa' sobarse las manos, ¿no?

Bien ligerita de ropa , esa sería la estrategia con la que la cafetera querría entusiasmar más a su fanaticada o mantener baboso a su pierno, el pelotero del Barcelona, Gerard Piqué.

Y lo contamos así, porque la prensa petazeta pilló justito a la Shaki entrando a una conocida escuela de striptease en Barcelona, perteneciente a una aplaudida cabra del gremio llamada Chiqui Martín.

En la visita, la colombiana fue acompañada de su hermano Antonio Mebarak, su brazo derecho, quien hizo todos los intentos para que los copuchentos sudaran la gota gorda tratando de sacar una imagen de la cantante.

Y en la hazaña por intentar funar el sapeo, el avispado no halló nada mejor que tirar el auto de Piqué a la pelea, decidiendo estacionarlo en la entrada, mientras en el interior de la escuelita se rascaba el mate pensando cómo sacar piola a su hermanita en el vehículo.

¿Resultado? El cuñado se echó la rueda del toco del futbolista mientras la artista salió rajada tapándose el pelo y subiendo al mal herido transporte.

Y como en las Uropas los copuchentos que laburan carroñean hasta el hueso la noticia, hicieron la guardia hasta pillar y obtener una declaración de la striper dueña de la academia.

"Sólo fue una visita (...) Ya quisiera yo moverme como ella", comentó Martín ante el cargoseo periodístico por la ilustre visita.