Copenhague (Agencias).- El juez decretó hoy la puesta en libertad del tenor Tito Beltrán, en la última vista del juicio por violación que se sigue en su contra en Ystad (Suecia), cuya sentencia se conocerá el próximo 12 de febrero.

Beltrán, quien permanecía en prisión desde el 7 de diciembre, fue enviado pa' la casa, luego que el juez considerara que no había razón para que siguiera en la capacha, aunque tanto él como la fiscal y la defensa destacaron que ello no implica que vaya a quedar libreta tras el veredicto.

"La sociedad sueca me ha tratado peor que la dictadura de Chile. No soy violento, y menos con una mujer", verseó un emocionado Beltrán a la salida del juzgado.

CASO BAJO LUPA

Beltrán, de 42 años y afincado en Suecia desde hace dos décadas, está acusado de abusar sexualmente de la niñera de la actriz Maria Lundqvist durante la gira del espectáculo "Rhapsody in Rock" en el verano de 1999, aunque él niega los hechos y sólo reconoce haberle dado un masaje e intercambiado besos y caricias.

El juicio se cerró con una petición de cárcel para Beltrán de 2 años, el mínimo para estos delitos, por parte de la fiscal Anna Håkansson, que calificó de "convincente" el relato de la joven, apoyado por los testimonios de varios artistas participantes en la gira.

El abogado de la ex niñera, el antiguo ministro Thomas Bodström, reclamó una indemnización de 16.000 dólares por daños y perjuicios a la joven, quien afirmó que sufrió problemas de concentración y alteraciones del sueño como consecuencia de la supuesta violación.

La joven confesó que no quiso contar nada entonces por miedo a sus padres y que interpuso la denuncia ocho años después, tras ser absuelto Beltrán en otro juicio por abuso sexual a una menor.

La defensa del reputado artista puso en duda la credibilidad de los testimonios y criticó errores en la investigación del caso.

"¿No puedes decir la verdad? Nunca te he violado y lo sabes. Te pido perdón si me insinué, pero delante de Dios y de mis hijos digo que nunca he violado a nadie", aseguró Beltrán dirigiéndose a la joven en la última vista del juicio.