Armando Quiroga no morirá en la memoria de la gente

El villano de "Perdona nuestros pecados" se corona en la lista de los mejores antagonistas de las teleseries, a 30 años del debut de Álvaro Rudolphy como actor.

Treinta años de trayectoria en teleseries cumple este año Álvaro Rudolphy, el galán maduro de Mega. Un largo camino en el que ha sido actor secundario, cautivando con su talento para hacer reír, siendo conquistador y también varias veces villano, aunque a ojos de los expertos su interpretación de Armando Quiroga en "Perdona nuestros pecados" lo coronó como el más malo entre los malos que ha encarnado hasta ahora.

Quiroga, al igual que el fenómeno en que se convirtió la teleserie en sus dos temporadas, quedará tatuado en el inconsciente colectivo nacional. Y es que como se dice por ahí, el hombre "es malo, malo". Tanto ha sido el impacto y fanatismo que ha causado el infame, que incluso hace un tiempo salió a la luz la historia de Luis González (27), quien decidió tatuarse al maldito y a la vez distinguido personaje.

El 6 de marzo del 2017, todo Chile veía por primera vez a Armando, esposo de Estela Undurraga (Patricia Rivadeneira) y padre de 5 hijos (en el matrimonio) y que pasó de ser un tipo de origen humilde a forrarse con una gran fortuna gracias a sus "Almacenes Quiroga".

En ese momento, desde el área dramática de María Eugenia Rencoret describían al bigotudo como "el hombre más rico y poderoso de Villa Ruiseñor. Con gran olfato para los negocios, hombre de artimañas, muy amigo de los secretos, machista, con ideas ultra conservadoras. Impredecible y llevado a sus ideas. A Armando Quiroga es imposible decirle que no".

Poco se demoraría el aludido en mostrar hasta donde llegaría su crueldad, sumando mentiras, engaños, violaciones, asesinatos y muchas más perversidades.

Fue capaz de regalar a su nieta Eva, porque no le gustaba el padre de ésta, y así engañar a su hija María Elsa (Mariana Di Girólamo), fingiendo la muerte de la pequeña.

Simuló que su esposa padecía problemas psiquiátricos para internarla en un manicomio de la época.

A su haber de daños a inocentes, está la violación de Teresita (hermana del cura Reinaldo) cuando era una niña. Delito, que a sus cortos 8 años, presenció su hija Isabel, a quien para que no contara, le inventó que ella fue víctima de un violador. Esa idea provocó severos trastornos a la joven, tanto que se enamoró de su padre, transformándola, incluso, en asesina múltiple en potencia.

El señor Quiroga también demostró su vileza ayudando a Ángela en el asesinato del comisario Fuenzalida. A eso súmenle que además su primer crimen fue sin piedad: con un hacha acabó con la vida de su cuñada Elvira Undurraga. Simuló el suicidio de la directora del colegio de niñas Guillermina Márquez, aún cuando tenían una hija en común, Nora.

Y el historial sigue, porque logró que su amante Ángela Bulnes, con quien tiene un hijo, el pequeño José Tomás, se culpara del primer femicidio para pagar su condena. Envió matones a golpear a Ingrid, su empleada, quien era testigo clave para comprobar que él es el asesino de Villa Ruiseñor. La joven terminó abusada sexualmente por encargo suyo y abandonada camino al pueblo.

Pero falta tiempo y espacio para seguir enumerando las fechorías de "don Armando", pues a todo lo anterior, renegó de su familia por ser pobre, fue el artífice del linchamiento del padre Reinaldo, se supo que a los 5 años fue capaz de matar a su propio padre de una puñalada, ya que éste golpeaba a su madre, a quien terminó odiando.

Es con esto y mucho más, que Quiroga con sus marcados tics se transformó en uno de los rufianes más poderosos de las producciones nacionales. ¡Qué miedo!

Sin arrepentimiento

Anoche se emitió el último capítulo, el cual marcó 35,6 puntos de rating, con un peak de 40, de acuerdo a la información entregada por Mega.

En el desenlace, Quiroga mostró por qué es uno de los villanos más icónicos de la última década.

Tras el ataque de locura de Isabel (Alejandra Araya), quien le disparó a Estela (Patricia Rivadeneira) y le prendió fuego a la iglesia, Quiroga quedó atrapado con su hija, debido a las llamas.

En ese momento entra Ismael a saldar cuentas, pero en medio del forcejeo por la pistola, se escapa un tiro que mata a la hija mayor de Armando.

En ese momento, el hermano de Quiroga sale de la iglesia, y deja encerrado a Armando, al que muestran apuntando su boca con el arma.

Luego, suena un disparo... y se produce una explosión en la Iglesia de Villa Ruiseñor. En el pueblo todos creen que Armando Quiroga ha muerto.

Meses más tarde, María Elsa por fin disfruta de su felicidad junto a Reinaldo, pero un disparo pone fin a la vida del ex sacerdote. El responsable es Quiroga, quien fingió su muerte para poder llevar a cabo su venganza.

Tras este último asesinato, el villano aparece en el pelotón de fusilamiento, donde por fin pagará por todos los crímenes que cometió.

Fiel a su estilo, Armando Quiroga no mostró ni una gota de arrepentimiento aún cuando estaba a punto de morir: con un "métete a tu Dios por el culo", rechazó la bendición del sacerdote y se negó a que le vendaran sus ojos.

Arrogante y soberbio, como fue siempre, recibió los disparos que pusieron fin a su vida.

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