Recientemente, Barry Keoghan fue entrevistado en el podcast The Louis Theroux, donde habló nuevamente de una de las controversias más grandes a su alrededor: la escena del baile desnudo en la bullada película Saltburn, al ritmo de “Murder on the Dancefloor” de Sophie Ellis-Bextor.

El actor irlandés de 32 años, interpretó a Oliver Quick, en el filme dirigido por Emerald Fennell, donde tuvo que sacarse la ropa para su toma final y se ve de frente mostrando absolutamente todos sus atributos.

El entrevistador le mencionó que algunas personas habían especulado que podría haber tenido un “pene protésico” y que las partes de su cuerpo habían sido “mejoradas”, a lo que el intérprete respondió: “Espera, ¿mejorado? ¿Quién dijo eso?”, y agregó: “No... wow. Todo era mío”.

“Puede ser perjudicial para la mente”

La estrella contó que tuvo conversaciones con la directora sobre la grabación de la escena que luego se hizo viral en redes: “ella dijo, ‘solo tenemos que hacerlo un poco más de propiedad’. Él tiene una mansión al final, es su espacio, y cuando tienes ese espacio... Todos lo hacemos en casa, caminamos desnudos, Porque estamos cómodos y este es nuestro entorno”, explicó.

De hecho, el histrión estaba más preocupado por el hecho de mostrar sus movimientos en el set que por desnudarse.

“Así que dijeron: ‘¿Tal vez sea mejor si estás desnudo?”, le preguntó el entrevistador a modo de broma.

“No me gusta bailar”, respondió el actor. “Si es necesario... Extrañamente, cuando se trata del personaje, de nuevo, es este tipo de cosas de, cuando no eres tú, lo harás”, dijo, y añadió que tiene sentido si “hace avanzar el guion y la historia”.

Sobre las repercusiones de la escena, admitió que: “es una locura. Puede ser perjudicial para la mente si lees demasiado o ves demasiadas cosas que se dicen. No lo haría si no estuviera preparado para eso, o si no estuviera abierto a recibir lo que la gente quiere decir”, agregó.