En el Día de la Madre, la influencer sorprendió al compartir entre lágrimas el duro proceso que vivió cuando quedó embarazada teniendo 16 años.
En medio de la celebración del Día de la Madre, la modelo e influencer conmovió a sus seguidores al abrir su corazón y revelar, entre lágrimas, lo difícil que fue enfrentar un embarazo adolescente.
“Por supuesto estaba en el colegio (...) cuando quedé embarazada yo ya estaba viviendo con él. Para los que no saben, yo soy de Rancagua y nos fuimos a Antofagasta”, recordó Daniella sobre la decisión que tomó a los 16 años, cuando dejó su ciudad natal para vivir con su pareja, padre de su hija.
Fue allá donde comenzó a sentir los primeros síntomas. “Yo pensaba que era la altura, que estaba enferma, todo menos eso. ¿Qué síntomas? Náuseas”, contó.
Cada día después del colegio, llegaba a vomitar, hasta que un test de embarazo confirmó sus sospechas. “Lloré mucho. Lloraba porque era muy chica, porque tenía vergüenza, obviamente que seas mamá chica la gente te ve mal. Lloraba porque tenía muchos sueños que pensaba que no podría lograr”, confesó.
Las condiciones tampoco eran favorables: “Fue súper difícil los primeros meses del embarazo porque vivíamos de allegados (...) no teníamos buenos recursos. Teníamos que alimentarnos prácticamente sólo de avenas, lentejas. No la pasé para nada bien. Tenía sólo ganas de regresarme”, dijo entre lágrimas.
Aun así, con el paso del tiempo, su pareja encontró un mejor empleo y pudieron mudarse a una pieza, donde el baño era compartido.
Más tarde se trasladaron a Santiago, donde finalmente le contaron a sus padres sobre el embarazo. “Tenía las ecografías, se las entregué. Ella dijo: ‘lo sabía’. No sé, cosas que las mamás dicen porque se dan cuenta”, recordó Daniella sobre la reacción de su madre.
Y aunque durante casi todo el embarazo se atendió en forma particular, la vida le jugó otra mala pasada en el tramo final. “Lastimosamente, al final del embarazo, Ari (el padre de su hija) tuvo problemas con un negocio que hizo, que no le resultó. Como perdió mucho dinero, no teníamos para pagar la clínica. Me tocó tener a Isi en el Hospital de Rancagua. No fue una buena experiencia, no la pasé bien”, cerró.
“Les estoy contando mi historia para que sepan que mi vida no siempre se vio así. Que no fue fácil, que en su momento pasamos hambre. Para que vean que ustedes pueden darle un giro a su vida”, finalizó la empresaria.
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