Sergi Arola tiene haaaarto carrete en programas de cocina. El profesional ya pasó por MasterChef, El Discípulo del Chef, y ahora brilla como jurado de Top Chef, programa de Chilevisión que tendrá su esperado estreno el próximo domingo 14 de enero.

Por lo mismo, el español tiene experiencia de sobre en este tipo de formatos, a pesar de que existen algunas diferencias entre los tres. Sin embargo, sus ganas son las mismas de siempre y así lo reveló en diálogo con La Cuarta.

“Acepté porque era un proyecto apasionante por muchos motivos, primero porque evidentemente conozco el Top Chef VIP en su edición, por ejemplo, americana, y es un programa alucinante. Y luego porque me apetecía mucho volver a hacer este rol de jurado, menos de coach. En El Discípulo éramos más coach que jurado y me apetecía recuperar este rol más de jurado, que había hecho ya en una de las ediciones de MasterChef, y que me había dejado con muy buen recuerdo”, confesó Arola.

Además, también se refirió a las expectativas personales que tiene en esta nuevo desafío tevito.

“Yo sigo mi rol en Sabingo, y eso me ha permitido conocer muy bien Chile, muy, muy bien Chile, conocer bien la gastronomía y conocer también buena parte de la idiosincrasia chilena. Y eso creo que es una buena herramienta a la hora de ponerme como juez de un elenco como el que vamos a tener”, reflexionó Sergi.

- ¿Cómo ha estado el desempeño de los participantes hasta ahora…?

- En general bien, me ha sorprendido en algunos casos positivamente, en otros casos no tan positivamente. Pero creo que siempre hemos obrado en consecuencia.

- ¿Por qué se dice que este programa es más exigente en comparación a los otros de cocina que se han realizado en Chile?

- Porque lo es, lo es, es un programa muy exigente, muy exigente en lo gastronómico, muy exigente en lo que le pedimos a nuestros participantes. No es ni mejor ni peor, es simplemente eso, yo creo que todos los programas de cocina, para mí como cocinero, todo lo que acerque el mundo de la cocina a la gente en sus casas es bueno, es positivo, son valores que realmente creo que funcionan. Si lo comparamos con otros formatos de convivencia de participantes en el caso de Top Chef, todo lo que sucede es positivo. No hay cahuín, no está la gente haciendo el vago en un sofá, la gente está todo el rato trabajando y eso creo que es súper positivo.

- ¿No se da tanta pelea como en otros programas de cocina? Recuerdo que tuvo igual algunas peleas cuáticos con algunos participantes en el Discípulo del Chef.

- No, porque aquí no hay esa convivencia, es otro concepto completamente distinto, donde no existe esa convivencia con el participante y que al contrario, lo que sí existe es rigor como jurado, entonces el hecho de abandonar ese rol más de coach y sustituirlo por un rol más de jurado, pues lógicamente hace que tengas otras expectativas y también otro desempeño.

- ¿Cómo se han llevado con Rodrigo Salinas? Él afirmó que es un incomprendido de la cocina…

- No sé, aquí ¿sabes qué pasa? Cada uno viene con un rol, cada uno viene con un personaje, pero desde el principio se les dejó muy claro que aquí no juzgábamos a los personajes, ni siquiera trabajábamos con los personajes, trabajábamos con su actitud respecto a la cocina.

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