Faltó a la PSU y contó cuánto le pagaban: los sacrificios que hizo Pamela Leiva para entrar a 1810

Pamela Leiva.
Pamela Leiva.

Por aquel entonces, la actriz y comediante tenía 26 años, y quería entrar al reality de Canal 13 para cumplir un viejo anhelo.

En enero del 2009, Canal 13 estrenó su primer reality de época, 1810, al que entraron distintos famosillos como Gabriel “Coca” Mendoza, Andrea Dellacasa y Edmundo Varas.

Sin embargo, muchos de ellos también eran completos desconocidos, los cuales fueron descubiertos a través de un casting que se realizó en Inés Matte Urrejola 848, comuna de Providencia.

Una de las postulantes que llegó hasta allá fue una actriz y técnica jurídica de 26 años, Pamela Leiva. Ese mismo día, un lunes 30 de noviembre, el mismo en que iba a dar la PSU, arriesgó todo, no dio rindió las pruebas y probó suerte en el casting.

Pasaron casi tres semanas y, cuando se le acababa la esperanza, recibió llamado desde la producción de Canal 13. Se encontraba entre los pre-seleccionados, por lo que debía pasar una última etapa que incluía someterse a un test de drogas. El sábado antes había probado por primera vez la marihuana, por lo que salió a dar explicaciones de antemano.

Sueldo y sueños

Y logró meterse al encierro, donde no todos tenían en el mismo suelo: “La gente VIP recibía aproximadamente entre $500 mil y $8 millones mensuales”, recordó a través de un par de videos en TikTok. Además, “para los que no éramos conocidos, el pago era en proporción al día”; es decir, “si estábamos cinco días, nos remuneraban esos cinco días”.

La hoy humorista desconocía cuánto le iban a pagar, hasta que llegó a firmar: $200 mil mensuales, si se sumaban todos los días del mes. O sea, como estuvo cuatro meses y diez días en el reality, recibía $6.500 diarios. “El dinero me lo pagaron al final del reality”, contó. “Durante todo ese tiempo no recibí sueldo”.

Fuera mucha o poca plata, ¿para qué la quería?: “En el fondo de mi corazón, sentía que gracias a este reality iba a conseguir una cirugía bariátrica”, contó. “Mi mayor cárcel era ser obesa mórbida”.

Fue lo primero en que pensó cuando surgió la chance del reality: “Gracias a esto voy a tener mi operación”, pensó.

Aunque no fuera mucho lo que ganaría en el encierro, tenía la certeza de que la situación cambiará cuando la empezaran a invitar a eventos. “Por una o por otra, voy a conseguir la operación”, se dijo a sí misma.

Y a los pocos meses, en octubre de ese mismo año, se pudo operar, lo que le permitió bajar 60 kilos. “Para mí ese fue mi mayor premio y ganancia”, remató, “porque ese fue el objetivo por el cual yo entré a 1810″.

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