Bridget Marquardt y Holly Madison, reconocidas como las “novias principales” de Hugh Hefner, junto con Kendra Wilkinson, contaron en una entrevista al podcast “Juicy Scoop” de Heather McDonald, las presiones sexuales que ejercía el magnate sobre ellas.

Bridget tenía 28 años cuando se fue a vivir con Hugh a la mansión Playboy, e inmediatamente le ofrecieron ser parte de orgías con el hombre de la bata de seda que murió en 2017 a los 91 años.

La mujer se refirió a una de las conejitas como “La Reclutadora”, quien la amenazó diciéndole que si no participaba, no la llamarían más.

“Yo veía todo lo que las invitadas hacían, así que sabía que eso sería una cosa de 10 segundos. Quiero decir, definitivamente no más de un minuto”, contó Marquardt.

“Era como una fiesta de pijamas. Toda la habitación estaba a oscuras. Las únicas luces provenían de dos televisores que estaban emitiendo pornografía”, detalló.

“Uno esperaba que al menos los que asistían a esas reuniones fueran sometidos a exámenes o a una revisión, o que todo el mundo fuera monógamo en esa relación, pero no era así”, explicó.

“Si me iba, todos mis problemas volverían”

Mientras que Holly Madison, que fue novia de Hefner desde 2001 hasta 2008, dijo que la mansión era una suerte de “culto”: ”Empezabas a sentirte como, oh, él no es lo que dicen los medios de comunicación, es sólo un hombre agradable”, comentó.

La mujer contó que la primera vez que tuvo que acostarse con Hefner, se sintió “humillada”, y que tuvo que tomar “tragos toda la noche” porque estaba muy “nerviosa”.

“Me acerco a la cama y la otra chica nueva ya está acostada allí”, relató. “Hay vibradores dispuestos para todos. Nunca había usado un vibrador en mi vida”.

“La Reclutadora” dice: ‘Papá... ¿Quieres tener a la chica nueva?’”, contando que todos debían llamarlo “papá” en la cama. “Y no te miento, lo siguiente que sé es que él está encima de mí”, recordó.

“Definitivamente no hubo romance ni seducción ni nada por el estilo”, dijo. “Fue realmente asqueroso para mí cómo Hef no quería usar protección. El impacto que tuvo en mí fue muy fuerte”, detalló.

“La gente me pregunta que si no me gustaba el sexo con él o si él me asustaba, por qué no me fui. Tienen que entender que si me iba, todos mis problemas de no tener un lugar donde vivir, volverían”. explicó.