31 Minutos fue elegida como la mejor serie chilena según el portal IMDB, superando a emblemáticas producciones como Los 80 o El Reemplazante.

Aunque muchos pensaban que esta producción infantil estaba extinta y formaba parte de un recuerdo cultural, Tulio Triviño y sus compañeros nos sorprenden. Aunque para mí no es tanta la sorpresa, más bien una muestra y reconocimiento al contenido que necesitamos y que hace tanta falta en televisión. Y aunque es un programa dirigido a niños, cuenta con libretos que entretienen a toda la familia. Me tocó ver a adultos comentando del espacio o viéndolo sin necesidad de tener un niño al lado. Su contenido era transversal, trataba temas de interés general y entregaba muchos conocimientos y enseñanzas.

Quisiera tener 31 Minutos al aire más horas al día o que ejecutivos siguieran su ejemplo y crearan más contenido similar. Porque a la TV chilena le faltan momentos como este y porque nuestros niños se merecen con holgura más espacios en la pantalla donde poder sentirse identificados.