Muchos crecimos viendo a The Rock, Rey Mysterio, Stone Cold, Batista, John Cena cautivarnos en la televisión con llaves, golpes e historias. Los más jóvenes tal vez te hablen de Roman Reigns, Seth Rollins o, ahora que la rompe en estos momentos, la nuestra, la chilena Stephanie Vaquer. Y por ahí los más viejos nombren a los Titanes del Ring con La Momia y Mister Chile.

No queda duda que nuestro país también vibra con la lucha libre y actualmente son varios los exponentes que buscan comerse el mundo. Uno de estos sueños tiene el nombre de Hans Kaempfer (26), el valdiviano autodenominado “El niño bonito de la lucha libre”.

Este joven dejó la actuación en 2019 para entrar al ring: “En esa época estaba en mi mente muy metida la idea de buscar una carrera como actor, por lo que empecé a tomar clases de teatro durante ese año. No obstante, en el mes de febrero me apareció un anuncio en Instagram de que se había abierto una escuela de lucha libre en Valdivia”.

No lo pensó y se lanzó a aprender esta disciplina, algo que amaba desde su niñez, siendo un fan acérrimo de John Cena y el “Chico rompe corazones” Shawn Michaels. Sin embargo, esto no quita que era algo completamente desconocido, más en una ciudad donde no había compañías de wrestling.

Sería el Centro de Jóvenes en la academia Valdivia Fight Club donde comenzaría esta senda, bajo las enseñanzas del profesor Pollo Loco. Desde la humildad, con un par de colchonetas y tatamis, los cuales eran el escenario de esas primeras planchas y suplexes.

Pasarían 6 meses para que conociera un cuadrilátero, y más encima en un evento, en vivo. A pesar del nerviosismo de la primera vez, estar en los ojos de trescientas personas es un recuerdo que atesora hasta hoy.

En este lustro, ha peleado en distintas empresas independientes del país, fue a entrenar a Estados Unidos, en el estado de Florida, donde recibió las enseñanzas del ex WWE Tyson Kidd, compitió en la reconocida marca CCW, venció a la leyenda de ECW Rhino en una lucha fatal de cuatro esquinas en un Caupolicán repleto a finales de marzo que lo catapultó a ser campeón nacional en su momento.

Ahora, quiere cumplir un nuevo hito este joven: ser el Mister Mundo Chile 2025. Aquí parte de su historia.

El origen

-Empezaste con todo estos primeros años, pero llegó la pandemia. Me acuerdo que varios de tus compañeros dejaron la lucha, pero tú seguiste…

-Es cuático, porque cuando yo debuté el 7 de septiembre del año 2019, en ese momento, después de la lucha, sentí que ya lo mío no era la actuación, me enamoré de la lucha libre. Y dije, esto es lo que tiene todo lo que a mí me gusta, que es ser un buen deportista, pero también tienes que tener la parte del espectáculo, la parte histriónica para poder interpretar un personaje en este caso.

-¿Cómo reaccionaron tus papás?

-Le comenté a mis viejos que quería seguir la carrera del luchador y me apañaron. Recuerdo que tuve mi primer viaje afuera de Valdivia en enero del año 2020, luché en Punta Arenas, en ese momento llegó la pandemia y mis sueños se truncaron por un tiempo, fue bastante complicado la verdad.

-Creo que en ese momento la sensación era tristeza, de no poder hacer lo que te gusta...

-Fue bastante el sentimiento de frustración por el hecho de no poder entrenar. Estuve aproximadamente un año y medio afuera de la lucha libre. Creo que lo más complicado fue el cuestionamiento de mis viejos, en esa época tenía 20 tirando para los 21 y mis papás estaban preocupados por mí, por el sentido de que no estudié una carrera. Entonces siempre aposté desde que sentí que la lucha libre era lo mío, desde que debuté... ¿Y sabes qué fue lo que hice? Tratar de demostrarles que me lo tomaba en serio, a pesar de los obstáculos.

“Recuerdo que en esa época salía con mi profe el Pollo Loco, salía con otro chico, el Cuervo, y nosotros entrenábamos en el pasto, plazas públicas, multicanchas, con días súper helados en pandemia. También aproveché ese tiempo para ver lucha libre en YouTube o la WWE Network. Ese tiempo que estuve fuera me dediqué e invertí en estudiar lucha libre. Tras un año y medio llegué con una propuesta diferente a nivel estético, lanzado para lo ochentero.”

-Y nace lo del “Niño bonito de la lucha libre”...

-Ser el niño bonito de la lucha libre chilena me ha ayudado a poder destacar en la escena nacional tanto como afuera. Hoy tengo un fanbase considerable tanto en redes sociales como en los espectáculos que me presento, gente que compra mi merchandising, que sigue mi carrera y siempre está apoyando.

La lucha libre en Chile

-Después viajaste a Estados Unidos. ¿Cómo fue que pasó?

-Cuando estuve seis meses en Estados Unidos, en Florida, en la ciudad de Orlando. Fui a NXT, que es gratis, fui unas 20 o 15 veces. Aproveché mucho de ver la forma en la que trabajaban porque era televisión en vivo. Recuerdo que lo que más ponía atención era la forma en la que trabajaban para la cámara, los timings. Trabajar para la televisión es muy distinto a trabajar en un show independiente. Porque debes trabajar acorde a los tiempos de televisión. En Florida tuve la posibilidad de luchar en la mayoría de promociones del estado.

“La más importante en la que alcancé a luchar fue CCW, tengo que haber tenido unas 3 participaciones. Entrené con Tyson Kidd, que nos proporcionó un seminario y varios conocimientos respecto a lo que es WWE. Luego tuve la oportunidad de ir a Texas, donde también luché en una promoción independiente allá y fui a la escuela de Booker T, el primer día tuve la chance de conocer a Booker y conversé con él”.

-¿Cómo se vive la cultura de la lucha libre en Estados Unidos, comparándola con Chile, por ejemplo?

-No está muy alejado. Chile es denominada la cuna de la lucha libre en Sudamérica. Hoy en día hay muchos luchadores de Sudamérica que quieren venir a luchar a Chile, acá hay una gran fanaticada. Obviamente, a nivel cultural la cultura chilena no es igual a la estadounidense, pero aun así no creo que haya muchas diferencias entre una y otra. El fanático chileno es bastante apasionado y disfruta mucho la lucha libre y la entiende, no la juzga. La gente entiende el concepto de que esto es un deporte espectáculo y no va con la predisposición de estar cuestionando lo que está viendo, sino que la gente se sumerge en el espectáculo.

-¿Qué le agregarías a la escena chilena para que llegue al siguiente nivel?

-Honestamente, lo que falta hoy en día es tener una plataforma grande para poder mostrar nuestro producto. La lucha chilena está a un muy buen nivel, hay luchadores muy profesionales, luchadores que se preocupan no solo de su traje, sino que se preocupan de todo: su físico, de tener un personaje, muy capacitados, que se manejan con el inglés. Falta, quizá, un inversor y un canal o streaming.

-Falta un Tony Khan (dueño de AEW)...

-Exacto, nos falta un Tony Khan. También an existido proyectos.

-El año pasado en La Red estuvo Orden Lucha Libre Impacto, donde tú estuviste…

-Así es, pero se cometieron varios errores.

-¿Cuáles? Yo sentí que estaba entretenido, pero pasó piola...

-Creo que se cometieron muchos errores. No me gustaría indagar tanto en ese tema. En términos de logística o en términos creativos se pudo haber trabajado y mejorado en muchos ámbitos. Un ejemplo: el show era grabado en un estudio de televisión, donde también grababan otros programas. Siento que, para hacer un programa de lucha libre, el set tiene que tener una identidad propia. La primera jornada de grabación teníamos como 20 o 25 fanáticos. En un show de lucha libre chileno independiente ya tienes como 100 a 150 fanáticos. El fanático es el alma de la lucha libre. Nosotros trabajamos para el fan, entonces eso faltó en grandes rasgos.

¿El Mister Mundo de la lucha libre chilena?

-Hablemos del Mister Mundo Chile. ¿Por qué entrar a este tipo de concurso?

-Nunca vi al personaje o el concurso de Mister Chile para aplicarlo en la lucha libre. Siento que el “Niño bonito” ya es mi personaje. No obstante, cuando se me dio esta oportunidad, me hablaron por Instagram, un productor, un día random, me dijeron: “Oye Hans, ¿te gustaría ser parte del casting para participar del Mister Mundo Chile 2025?”. De primera pensé que me estaban agarrando para el hueveo. Siempre consideré que las personas que participan en estos concursos tienen la apariencia perfecta, buscan algo hegemónico. Yo tengo la pinta tal vez, pero para ser luchador y vender el personaje. Pero no pensé que le podría llamar la atención al Mister Mundo Chile.

-¿Cómo fue el proceso?

-Cuento corto: fui al casting, había entre 30 a 40 personas, me hicieron unas preguntas e inmediatamente me dijeron que quedé. No lo podía creer, fue bacán. Sentí que era bacán para probar algo nuevo, por la experiencia. Seré honesto contigo, que a mis compañeros los miraba y cachaba que estaban preparadísimos, con tremendos físicos. No es mirarse en menos, pero le puse toda la personalidad.

-También ven otras cosas...

-Tal vez sea un concurso de belleza, pero es mucho más que eso lo que se busca: que sea una persona íntegra, que tenga un propósito social, que sepa comunicarse. Siento que es una plataforma, una tremenda vitrina para mostrar un poco más de mí.

-Claro, es una plataforma…

-Siento que para mí es una tremenda plataforma, una tremenda vitrina para poder mostrar un poco más de mí, un poco más también de lo que se hace en la lucha libre chilena. Siento que a veces la gente tiene como un prejuicio, quizás, acerca de la lucha libre: no es solamente dos gallos agarrándose a combo en calzoncillos en un ring. Hay gente con muchos talentos, gente que puede comunicar, gente que puede entregar un mensaje positivo. Por eso igual me gusta estar en el certamen.

-Me acuerdo de Perfecto Bundy cuando entró a MasterChef. Después salió hasta campeón...

-Eso le sirvió muchísimo. Siento que la plataforma que tengo debo aprovecharla al máximo, independiente del resultado final, voy a dar lo mejor de mí. Puedo aprender muchas cosas. El tema del modelaje es completamente algo nuevo para mí. Me estoy asesorando con los mejores, tenemos buenos profesores.

-Tus tres luchadores favoritos actualmente...

-Nick Nemeth (Dolph Ziggler), no quiero llamarlo el Shawn Michaels moderno y me gustaría que quedara así. Tiene las cualidades perfectas para ser face y rudo. Michaels lograba hacer eso. Nemeth es un luchador técnico y entretenido, el paquete completo. Me gustaría luchar contra él. Tyler Bate, me gusta mucho el estilo europeo británico marcado de él. Tremendo referente y soy fan de la lucha libre clásica, de los años 80. El tercero sería Ricky Starks (Ricky Saints en NXT). Estos serían los luchadores que puedo recomendar.

-¿Por qué Hans Kaempfer debe ser el Mister Mundo Chile?

-El mensaje que puedo entregar, siendo alguien del sur de Chile, alguien que quizás nunca estuvo ligado al mundo del modelaje o como al mundo de la belleza como tal, creo que puedo demostrar que no importa que seas del sur. Si crees en ti, en tus habilidades, las oportunidades se pueden dar. Soy luchador y nunca pensé que iba a estar en un certamen como Mister Mundo Chile.

“Me gustaría poder inspirar a los chicos que quizás no saben qué hacer con sus vidas, que probablemente de repente no la tengan muy clara, porque también, las familias no apoyan mucho. A veces no hay muchas oportunidades en regiones. Tuve que irme de Valdivia hace un año y medio, ahora vivo en Santiago. Si tú quieres algo con todo tu corazón, tienes que jugártela. Espero entregar ese mensaje a la juventud. Pasé un momento donde no sabía qué hacer, mi familia me cuestionaba un poquito, no confiaba mucho en mí, pero al final terminé sacándola, viviendo uno de los mejores momentos de mi carrera: luchando contra ex WWE, aprendiendo de los mejores”.

El 27 es el gran día

La competencia del Mister Mundo Chile llegará a su recta final este 27 de julio, cuando se celebre la ceremonia final en las dependencias de Snap Chile, en Providencia.

Allí se revelará quién será el sucesor del chico reality Jorge Aldoney ¿Hans Kaemper se convertirá en el Mister Mundo de la lucha libre chilena?