Brendan Fraser es de esos interpretes prometedores de los años 90′ y 2000, que se reconocen con solo ver su rostro, pero que difícilmente recuerdas su nombre. Casi como si estuviera destinado a solo ser el actor de “George de la Selva” o “La Momia”.

Y luego de que Hollywood lo tuviera como una de sus estrellas olvidadas por la lista de películas fracasadas que protagonizó, y el mar de rostros nuevos que cada día prueban suerte en Los Ángeles, este 2022 tuvo su revancha.

El escándalo sexual

Pero para entender el presente, hay que volver al pasado. En 2013, el artista pasó a la lista negra de la meca del cine solo por confesar que fue abusado sexualmente por Philip Berk, presidente de la Asociación de Prensa de Hollywood.

Luego de este escándalo, todo se vino abajo para Brendan: le costó encontrar buenos papeles, fue diagnosticado con depresión, se divorció de su esposa y tenía que pagarle 75 mil dólares mensuales (casi dos millones de pesos).

La revancha

Sin embargo, llegó su revancha. En la reciente edición del Festival de Cine de Venecia, Fraser recibió una ovación de pie durante seis minutos después de que proyectarán su última película “The Whale”.

El emotivo video, donde se puede ver al intérprete al borde de las lágrimas, ha dado la vuelta al mundo y se ha viralizado rapídamente por Internet.

La cinta está encabezada por Darren Aronofsky, director que se ha caracterizado por relanzar a figuras que habían quedado en el olvido, como lo hizo con Mickey Rourke en “El luchador”.

Y la historia de “The Whale” se centra en Charlie, un solitario hombre de 270 kilos interpretado por Brendan, que intenta reconectarse con su hija, personaje a cargo de la actriz de “Stranger Things”, Sadie Sink.

“Desarrollé músculos que no sabía que tenía”

El intérprete - uno de los favoritos para las nominaciones al Oscar- tuvo que ponerse un traje protésico para dar vida a un personaje que parece inspirado en el popular programa “Kilos mortales”.

Transformación que llamó la atención al mostrar un estado físico muy distinto al que lució hace 25 años, cuando fue un esculpido “George de la Selva” de 90 kilos.

Fraser le comentó a los periodistas que lo esperaban en el festival, que tuvo que “aprender a moverse de una nueva manera”, y que: “Desarrollé músculos que no sabía que tenía”.

Un rol que dignifica la trayectoria de un talento que parecía destinado a quedar oculto, pero que por fin vuelve a ver la luz de los reflectores y el reconocimiento.