Cuando Luis Sandoval ingresó a El Internado iba dispuesto a todo y más... y cumplió su objetivo. En el encierro demostró que era mucho más fuerte de lo que todos pensaban y capaz de resistir hasta las pruebas más duras.

Sin ir más lejos, se hizo su primer tatuaje y dejó que su cuerpo se llenara de abejas, a la vez que se enfrentaba de igual a igual a uno de los chicos realities con más experiencia en Chile.

“Yo creo que es el desafío más grande y extremo que he tomado en mi vida, sin duda. No dimensionaba que estar dentro de un reality era de esa forma, mucho trabajo, mucha presión, mucho estrés, pero a la vez, momentos lindos, desafiantes, que te hace crecer como persona”, señaló en conversación con La Cuarta.

De hecho, el periodista de Que te lo digo resume su estancia en el programa de Mega con una frase muy decidora: “No sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es tu única opción”.

“Ha sido sin duda desafiante porque finalmente la cocina es muy extrema, debes aprender en poco tiempo, me corté, he llorado, he reído, lo he pasado bien, lo he pasado mal, pero en general la balanza siempre se inclina a lo positivo”, reconoció.

“Estas cosas uno debe vivirlas para saber cómo son, para crecer como persona, yo he crecido una enormidad, me he empoderado, he enfrentado desafíos que jamás hubiese imaginado... todo con el objetivo de hacer ganar a tu equipo y de plantearte como desafío personal el crecer también en el día a día”, confesó.

Sandoval, adelanta además, que lo que viene en el reality es desafiante y conmovedor.

El cara a cara más tenso

Uno de los momentos más tensos que vivió Luis, fue cuando llegó Luis Mateucci a la casa directo a enfrentarlo a él.

Según el argentino, quería a encarar al reportero por lo que había hablado sobre él en el programa de Zona Latina. “Él ingresa a la casa y al par de minutos que está dentro sacó su artillería y lanzó todos sus dardos en contra mío. Yo creo que él sabía a qué venía y sabía con quién podía jugar y a quién podía lanzar todos sus dardos”, señaló.

Según Luis, él nunca entendió la queja del argentino, porque “son muchas cosas que quizás él piensa que en el programa donde yo trabajo se han dicho de él, pero finalmente los que han dicho cosas de él son sus parejas. Nosotros como periodistas replicamos y hacemos esa noticia y la comentamos, pero nunca hemos inventado ni dicho nada que no sea de la realidad”.

Es más, asegura que la última vez que habló con el programa de Zona Latina fue en un tono de “buena onda”. “Él aclaró los puntos y todo fue como muy cordial en esa entrevista, entonces yo me quedé con esa sensación de que había buena onda, pero entiendo también el juego de él, le gusta la polémica, le gusta ser confrontacional”, explicó.

“Y lo único que te puedo decir que cuando alguien, un hombre que tiene tanta experiencia en reality, sabe a quién apuntar es porque obviamente ese personaje le sirve y yo le servía y yo le sirvo. Por lo tanto, agradezco que él me dé protagonismo porque entre los dos crecemos dentro de los reality”, apuntó.

A pesar de eso, suscontantes palabrotas e indirectas, terminaron por sacar de quicio al comunicador, quien reaccionó en la Asamblea del Fuego.

“Yo mismo me desconocí, pero tiene que ver también con mucho estrés, con la presión que hay dentro del encierro y que quise jugar con el mismo tono que él juega, que es más a los gritos, no con conversarlo ni con argumentos, sino más bien con esta cosa de que hacen muchos chicos reality como Oriana Marzoli, de denostar", aseguró.

“Entonces, quise jugar al juego que él sabe hacer muy bien, al mismo tono. Así que lo hice, pero solamente por esa oportunidad porque creo que si me quedaba callado o le respondía como yo respondo iba a ser un muy muy bajo perfil y hubiese quedado como el gran victorioso de esa jornada”.

- ¿Qué fue lo que más te molestó o dolió de lo que te dijo?

Lo que más me da lata es cuando las personas faltan el respeto, porque yo soy de las personas como periodista de espectáculo y farándula de harto tiempo que me gusta decir las cosas, pero con argumento y con altura de mira. No faltando respeto, ni tratándote de saco de pelota, planta, creo que me dijo, que era la copia barata de Sergio Rojas, cuando yo con Sergio tenemos un universo de diferencia. Somos de diferentes escuelas, trabajamos juntos efectivamente, pero no nos parecemos en absoluto.

- También vimos bastante emocional, en varias instancias del programa. ¿La exposición pública y la presión típica del programa te han jugado malas pasadas?

Efectivamente, yo soy muy sentimental en general y nunca guardo mis sentimientos. Yo la promesa que me hice a mí y a mis más cercanos y a mis amigos es que en el reality iba a ser quien soy sin careta, sin tratar de ser un personaje que la gente no conociera, y me he mostrado tal cual y creo que ese ha sido mi sello, el decir‘sí, estoy nervioso, chef’, ‘sí, tengo miedo, chef’.

Traté de no ocultar absolutamente nada porque creo que aquí la gente agradece la honestidad, la sinceridad, la transparencia de las personas.

- Sabemos que Candy es un gran apoyo emocional para ti. ¿Cómo han sido estas semanas sin tu perrita?

Candy sin duda es un apoyo emocional muy fuerte para mí, es mi compañera, es mi hijita perruna, es mi todo.

Para mí Candy es absolutamente el amor reflejado en cuatro patitas, el amor en todo su sentido y pensé en un comienzo que me iba a costar mucho más el estar lejos de ella, pero con el pasar de los días creo que me dio mucha tranquilidad saber que Candy está en buenas manos con mi hermano, que la cuida tanto como yo, que la ama tanto como yo, que la saca a pasear tanto como yo, que le da buena alimentación como yo.

El estar lejos de ella, sin duda me fue difícil, pero a la vez creo que tomé una muy buena decisión en no llevarla porque también tenía esa opción de ingresar con ella al reality, pero no hubiese estado con ella, no hubiese compartido nada con ella porque entre tanta actividad que hay en el día no hubiese podido disfrutarla.

- ¿Cómo has cuidado tu salud mental en un ambiente tan conflictivo?

Es difícil cuidar una salud mental con tanta pelea, tanto conflicto, tanto roce, tantos egos. De verdad que es superdifícil.

Físicamente igual mi cuerpo me habló, tuve algunas cositas por ahí que me salieron de puro estrés, aftas, alergias en el cuerpo y en el día a día iba como sorteando diferentes cosas que el cuerpo me iba diciendo que estaba muy estresado.

Antes de ingresar me asesoré, me preocupé de estar bien adentro y obviamente que la meditación, el respirar muy profundo, el hecho de abstraerme cada vez que había situaciones muy complicadas... pienso en el mar, en el sonido del mar, pienso que estoy en mi casa en Pichilemu, pienso que estoy con la Candy abrazándola, y en mi mente trato de pensar como puras cosas bonitas y en general así.

Pero es difícil, es complicado y también en el reality agradecer que hay personas que se preocupan de ti, hay psicólogos, hay una psicóloga que te ayuda por cualquier cosa, te está orientando, te está ayudando, te está dando las palabras correctas y precisas y también creo que el cariño que he sentido por parte de mis compañeros me ha ayudado a salir adelante, porque finalmente en la adversidad, si uno está solo es terrible.