Gabriela Dallagnol, influencer de Adidas, correrá 10K mientras disfruta los primeros años de su pequeña hija.
Gabriela Dallagnol, modelo brasileña y corredora con más de una década de experiencia, se prepara para la Maratón de Santiago, que se realizará el próximo 18 de mayo, sus primeros 10K de este 2025.
En este nuevo desafío de vida, la también influencer reveló que la maternidad significó un redescubrimiento del cuerpo, del tiempo, y de sus propias motivaciones.
Fue en 2022 cuando nació Isi, su primera hija junto al experto en comunicaciones Corporativas, Roberto Parra. Desde entonces, Gabriela ha transitado un nuevo camino, en el que la exigencia física del running y la entrega emocional de la maternidad aprendieron a convivir.
“Durante los primeros meses me costó muchísimo encontrar un nuevo ritmo. Toda gira en torno a tu guagua, dejando el autocuidado de lado en numerosas ocasiones”, contó la creadora de contenido que ya vivió las maratones de Buenos Aires, Chicago y Berlín.
Dentro de este contexto, señaló que “volver a correr fue una forma de reencontrarme conmigo misma, de recuperar mi espacio y sentirme más presente, más entera. Esto lo aprendí en mis cinco años como capitana de Adidas Runners donde descubrí cómo el deporte es un punto de partida para cambios positivos, permitiendo abrirnos a desafíos con un propósito de vida”.
“Salir a entrenar me cambia el día”
Con más de diez años de trayectoria en el running y cinco años participando en distintas maratones, Gabriela se prepara para enfrentar su primera carrera del año, en la Maratón de Santiago, un desafío que asume desde un lugar diferente, más consciente, más conectado.
“Salir a entrenar me cambia el día: me llena de energía y me ayuda a conectar conmigo misma. Este año partiré desafiando los 10 kilómetros de la Maratón de Santiago, y lo haré en compañía de mi hija, para demostrar que sí se puede ser una mamá activa y disfrutar el camino juntas”.
Sobre su rutina entre coches, pañales y zapatillas, ha aprendido a adaptarse. Corre mientras su hija duerme y está con su familia, incorpora rutinas familiares al entrenamiento o, simplemente, se permite pausar. “No hay una receta perfecta. A veces no se puede, y está bien. Pero cuando se puede, es mágico”, dice con una sonrisa que lo resume todo.