Mejor conocida como Balentina, llegó a Youtube en 2009 y con el tiempo fue profesionalizando sus videos hasta formar una comunidad gigante de “flanes”, forma en que le decía a sus seguidores.

Conectó con una generación

Valentina comenzó con 17 años a subir contenido que grababa con una cámara semi profesional y un trípode, desde su casa en Iquique.

El canal brillaba gracias a la joven que no se encasillaba en un solo tipo de videos y le brindaba a su público una variedad de contenido entretenido.

Los desafíos iban con la canción “fui el espermatozoide más rápido”, los tutoriales tenían el sello de “nano micro mini tutorial” y, en los videos de preguntas y respuestas sonaba “Valentina contesta”.

Sin embargo, también realizó gameplays, video reacciones y sketches. Muchas veces acompañada de su perrito chihuahua “Gordo”.

Su dulce personalidad también la llevó a formar amistades con otros youtubers destacados de la época como Iviiween, David Montoya y Fabio Torres. Incluso, estuvo en una relación con Ignacio Carrasco.

En 2015, decidió lanzar el libro “Besito en la frente” para intentar ayudar a los más jóvenes a resolver sus trabas mentales a través de su escritura dinámica y, más adelante, junto a Panini estrenó el álbum de laminas coleccionables “El flantástico álbum de Balentina Villagra”.

Sus videos más destacados y con más visitas son:

• “Draw my life” (2.6M)
• “Reto de la canela” (1.6M)
• “¡EL JUEGO MÁS ·%#@”!$ DEL MUNDO!” (1.3M)
• “50 cosas sobre mí” (1.1M)

Su vida alejada de Youtube

Valentina Villagra dejó de subir videos oficialmente en 2018 y en 2019 subió uno en conmemoración de los 10 años del canal, pero sin intenciones de continuar.

Contó que lo dejó porque estaba pasando por un cuadro depresivo y se dio cuenta de que le comenzó a importar mucho la cantidad de visitas, likes y comentarios que recibía.

Actualmente Valentina sube contenido a su cuenta de Instagram sobre el cuidado de la salud mental con el mismo carisma y cariño por el que se hizo conocida.

Lamentablemente su perrito “Gordo” falleció en enero de 2023 y ella plantó un árbol en el lugar de su entierro.

Además del contenido sobre dependecia emocional, ansiedad y amor propio, Valentina se reconoce como activista por los derechos de los animales, sube video poemas y muestra su día a día.