Hacia comienzos de los años 2000, la homosexualidad no era un tema tratado en las ficciones televisivas. En Machos (2003), la teleserie de Canal 13 tuvo al personaje Ariel Mercader (Felipe Braun), como un primer acercamiento. Pero allí, Ariel nunca tuvo una pareja.

Una apuesta que sí lanzó TVN en su teleserie Cómplices (2006), en que Ricardo Fernández interpretaba al joven gay, Javier Núñez, quien sostenía un romance con Sebastián Opazo, interpretado por Néstor Cantillana.

"Fue súper lindo hacer eso, tuvo una repercusión súper positiva en la gente -señaló Fernández en charla con el programa web Reyes del Drama-. Muchas veces nos escribían, nos llegaban cartas que a mucha gente les había servido para salir del clóset, que los había ayudado en términos personales, familiares. Testimonios súper gratificantes de escuchar".

Según él, la clave fue la manera en que se retrató a los homosexuales en la producción. "Esa teleserie tuvo un gran impacto desde el punto de vista social. Esos personajes fueron planteados de esa manera, lo más real posible. Merecía un justo tratamiento".

Pero no fue fácil, Fernández señala que hubo una escena en particular, que se grabó pero que no se emitió. "El canal se equivocó", asegura hoy.

La escena secreta

En la charla, el actor recordó una escena en particular que no fue emitida por TVN. Era el cierre de la historia de los personajes de Fernández y Cantillana. Todo culminaba con un apasionado beso. Uno que hubiese sido el primero en ser emitido en las teleseries nacionales.

"Era una escena súper bonita. En ese momento simplemente no se podía, no estaban los tiempos. Pero sí se logró hablar de historias homosexuales en TV como una historia más. Era un momento que marcó nuestras carreras", recordó.

Fernández considera que el canal se equivocó al no incluir la escena en la producción. "Lamentablemente no fue emitido, ahí el canal se equivocó rotundamente. Debió haber tomado la opción de emitirlo porque le habría traído mucho más beneficios que problemas. Sin embargo, fue un avance igual. Era una muy bonita historia de amor".

"Queríamos reivindicar que dos hombres que sostuvieran una relación de amor no fueran dos personas enfermas, perturbadas, sino que dos personas que se aman con todo el derecho a hacerlo. Con eso nos pusimos de acuerdo con Cantillana, hacerlo de verdad", cerró.