Llegar al siglo de edad, sanito como lechuga y con la mente tan lúcida como a los 20, es un récord cada vez más factible de cumplir. El actor Tito Noguera, de 82 años, hace unos meses escuchó el término "telómeros" y supo que a través de ellos la vida de los tatitas podía extenderse.

Se interiorizó en el tema y fichó como rostro y conferencista del "Seminario longevidad saludable: el secreto de los telómeros", que se realizará este 22 y 23 de noviembre, en el Hotel Courtyard en Santiago, el cual promete revelar la papa misma sobre la eterna juventud.

"Es natural querer vivir muchos años, está en nuestro ADN, vivir 80, 90, 100 años", introduce Tito en el spot de la cumbre.

¿Qué son los telómeros?

"Estructuras terminales de los cromosomas, son secuencias repetitivas que protegen información genética y esa estructura, al acortarse, hace la que información genética se vea comprometida en su fidelidad, entonces aparecen distintas alteraciones y enfermedades que se llaman de la longevidad, de la vejez, como artrosis, atritis, algunos tipos de cáncer, alzheimer", explica el doctor y coordinador del encuentro, Raúl Prieto.

Para revertir este "acortamiento", el experto precisa que lo básico es tener una vida sana, "pero hasta hace un tiempo no había cómo demostrarlo... Actualmente con un examen de sangre uno puede medir la longitud de los telómeros y en el seminario se los mediremos a los asistentes".

Noguera está fascinado con estos avances de la ciencia y participar en el evento. "Me explicaron que (telómeros) es una especie de cordoncito que se podía cortar o alargar según el tipo de vida, la alimentación que uno tenga y como se maneja la mente. Uno puede acortar o alargar la vida con un mayor cuidado".

- ¿Cuáles son los achaques más terribles de la edad, Tito?

Hay varios, pero creo que el corazón y riñones, y yo he tenido esos problemas (lo operaron del corazón en septiembre). También hay muchos a quienes le achaca el ánimo y con razón, porque en este país los adultos mayores tenemos mucha dificultades: las pensiones son bajísimas, en general la familia los dejan a un lado, y eso no ayuda a un buen envejecimiento. Yo soy un privilegiado porque tengo familia, amigos, trabajo, hago ejercicio. Uno lee que hay hogares de ancianos que se queman, que son clandestinos, que la gente no tiene un lugar adecuado donde pasar sus últimos años. Por eso, necesitamos un país que se haga cargo de los viejos.