Hace unas semanas Pancha Merino necesitaba estar sola para tener un encuentro con ella misma, escarbar en sus sentimientos, escucharse y buscar luces en medio del mundanal ruido. Por eso la figura televisiva de 52 años planeó escapar de Santiago e irse a Reñaca sin compañía. Sin sus hijos y sin el que por esos días aún era su novio, el italiano Andrea Marocchino.

Entonces la actriz -hoy soltera y pasando por un revival profesional debido a su trabajo de panelista en el late Tal Cual- recién salía del escándalo por su round en pantalla con Pepi Velasco, con quien se trataron de “maltratadora” y “resentida”. También tenía situaciones con su pololo desde hace más de seis años.

Según el reporteo de Glamorama, a pesar de los momentos de felicidad y de la madurez como pareja que los llevó a formar un hogar junto a los hijos de ella en un departamento en Lo Barnechea, existían detalles. Uno de ellos era la intensa vida social del hombre de 45 años.

El emprendedor, hijo de Luciano Marocchino -que se hizo famoso porque en 2007 lo paparazzeron junto a Cecilia Bolocco en topless en Miami. Luego comenzó su relación con Marlen Olivari, con quien tiene un hijo- es un ejemplo del italiano sociable y con personalidad. El alma de la fiesta que le gusta salir no solo fines de semana, sino que cada día es una buena opción para compartir con el grupete o recibir en lo suyo.

En una entrevista, Merino detalló cómo se esmeró y y trabajó para atender de buena manera en su hogar a un grupo de amigos de su novio. Ella, en cambio, está en otra etapa de su vida. Una en la cual prefiere las veladas íntimas, llenas de tranquilidad junto a su familia. No le gusta salir. Le llegan invitaciones varias, pero cuesta mucho que acepte alguna.

Desde hace más de un año que el asunto le provocaba ruido a la figura de teleseries clásicas como Adrenalina o Cerro Alegre.

En Zona de Estrellas sumaron que, en específico, hay amigotes de Andrea que molestaban a Merino: los tóxicos. Cercanos al hombre de menos edad que él, solteros y en busca de carrete y mujeres jóvenes.

Detalles que contribuyeron al fin del compromiso y de esa boda que planearon durante años y que nunca se festejó.