Sabrina Sosa no necesitó ni wedding planner ni tanta asesoría para organizar su matrimonio con el futbolista Joaquín Montecinos. Después de nueve meses de pololeo, la figura de origen argentino que se hizo conocida en Yingo y el futbolista del club O’Higgins se casaron en el patio de la casa de la novia.

Encarparon el lugar, cubrieron el suelo con alfombra verde pasto. Levantaron un marco de madera con algunos arreglos de flores tono invernal frente al cual pusieron una mesita y dos silla estilo provenzal. Y allí realizaron la ceremonia por el Civil que incluyó una canción del jugador chileno nacido en Colombia, quien interpretó No Necesito Más, del español Demarco Flamenco, para lo cual se preparó con clases de cano.

Sosa caminó hasta el altar junto a su hijo Gaspar, de nueve años, cuyo padre es el ex chico reality Claudio Valdivia. Lució un vestido realizado de manera especial, a medida para sus siete meses de embarazo, por Alejandra Hernández. Un modelo con escote corazón en una especie de organza con trabajo de aplicaciones realizadas en el mismo material.

Montecinos se dirigió al altar con su mamá y vistió un terno de gruesas listas en dos tonos moca, camisa abierta y pañuelo al cuello.

Bajo una lluvia de pétalos de rosa, los recién casados se besaron y partió la fiesta con música del Dj Ultrabailable y comida de Banquetería Bureo. En las stories se les vio bailando las coreografías de hits de casamiento. Hasta cueca sonó por los parlantes.