Carla Ballero dice que estaba tan enferma, que “empezaba a caminar y me caía”. Pero guardó silencio. Hasta que era tal la tos, que su ex esposo y padre de sus tres hijos, Raúl Fergie. tomó cartas en el asunto. Estuvo en la UCI, intubada, debido a una neumonía. A los 18 días fue dada de alta, pero tuvo que regresar por otra emergencia.

Esta semana la ex “musa” de Morandé con Compañía volvió a Sígueme, donde es panelista, y relató:

“Yo estaba súper desnutrida. En la clínica lo que más me recalcaron es que por ese estado fue que llegué a estar a punto de morir, porque soy muy joven todavía como para terminar de esa manera, para que me afectara a tal nivel.

“Lo estaba pasando mal. Desde enero venía sintiendo una energía muy negativa hacia mí. Yo trataba de que no me afectara, decía ‘yo soy mucho más fuerte que esto’, pero me fueron pasando muchas cosas. Mi hija se enfermó, muchos ataques del medio en el que trabajamos, pero me afectaron más de la cuenta y me sentía muy cansada.

“Un día me miré acá en el monitor y me di cuenta que estaba muy delgada, empecé a tratar de comer mucho más, pero tampoco tenía ganas. Estaba en piloto automático, venía a trabajar, me iba a la casa, de la casa a acá, la comida, los niños, pero sin ganas.

“El segundo día que no vine para acá ya no podía respirar, empezaba a caminar y me caía, pero guardé silencio. Me escondía para que no supieran que estaba enferma. Pero mi tos empezó a ser muy evidente, y ahí ya le digo a Raúl. Ya no podía respirar y llegamos a la clínica. Fue todo muy rápido.

“Cuando llegué a la clínica yo ya era un muerto. Fue muy heavy cuando me dicen que me van a intubar, yo dije ‘me estoy muriendo’. Me di cuenta que me estaba muriendo, entonces no hablaba ya, eran solos mis hijos, miraba a Raúl con miedo porque ‘no voy a volver’, llorábamos. Muy fuerte. Un momento de mucha vulnerabilidad.

“Viví una situación muy potente en la UCI. Es un tema que lo voy a resolver con la clínica primero, porque fue muy fuerte lo pasó. A mí no me podían dormir cuando me entubaron, entonces cuando estaba desnuda, me estaban poniendo este aparato para la orina, abierta de piernas, intentando hacerme el tajo acá (cuello), en todo ese proceso estaba despierta.

“Ellos pensaban que estaba dormida y yo estaba consciente. Ellos se dan cuenta porque yo lucho para que se den cuenta que estoy despierta, logro abrir los ojos muy poco y los empiezo a seguir, y el doctor dice ‘¡está despierta!’. Me vuelven a sedar y no me dormían. Finalmente lo logran, fue muy heavy, estaba viva-muerta, muy terrible.

“Me dio miedo. Sentí mucha angustia por la angustia de ellos (su familia). No hice este viaje donde uno ve la luz. Me pasó otra cosa: iba sobre un tren en un viaje, pasaban muchas imágenes, millones. Era el limbo, porque era muy insoportable, era desgastador”.