Felipe Bianchi no teme en reconocer que tiene un trastorno obsesivo compulsivo por el orden. El periodista deportivo lo ha declarado abiertamente e incluso se lo ha tomado con humor. “Hay dos personas: las que son obsesivas con el orden y las que no. Las que son obsesivas con el orden son las normales. El resto es gente enferma”, respondió con ironía a SQP cuando se le preguntó por Sebastián Keitel. –VEA DETALLES DEL TRASTORNO OBSESIVO DE KEITEL ACÁ–

Hace un tiempo también lo declaró en el Manifiesto que hizo para La Tercera: “Tengo unos pequeños trastornos obsesivos compulsivos. Nada grave. ¿O me van a decir que ustedes no cambian el día del calendario todas las noches apenas cruzan la puerta de la casa? ¿O que no ordenan la ropa por colores? Cuando llego después del trabajo, tras dar muchos besos, lo primero que hago es corregir todo lo que no está en su lugar. Y apagar luces y ordenar bandejas y dejar todo listo para el día de mañana, incluida, por supuesto, la ropa que me voy a poner”.

Y en el late Síganme Los Buenos, Bianchi abordó a fondo el tema, con anécdotas. Mire lo que dijo en el programa de Julio César Rodríguez:

Felipe Bianchi: “Yo, en algún momento de mi vida, me llegué a preocupar. Hasta que un tipo, que era psicólogo, no he ido nunca al psicólogo, pero era amigo mío, me dijo: ‘No, eso es muy normal. La gente que tiene muchas cosas en la cabeza todo el día, necesita donde el espacio donde se mueve esté ordenado’. Puede ser por eso. Ahí me quedé tranquilo. Dije ‘ah, está bien. Soy normal’”

Julio César Rodríguez: “¿Tú eres de los que respira helado cuando te cambiaron tres cosas?”

Bianchi: “Eh, me da un poco de taquicardia”

Rodríguez: “Ah, ya, eres de los que transpira helado, te pasan cosas”

Bianchi: “Yo he hecho cosas insólitas. Por ejemplo, he salido de la casa, y me he dado cuenta de algo que estaba mal. Da lo mismo. Algo que estaba mal puesto, una camisa mal colgada. Y he tenido que hacer algo, una reunión. Y he vuelto, weón. He vuelto a la casa solo a cambiar la weá. Y después me voy de nuevo”

Rodríguez: “Tenís tu…”

Bianchi: “Sí, sí. Me entrego”

Rodríguez: “¿Tení colección de revistas, de discos?”

Bianchi: “Muchos, muchos”

Rodríguez: “Ah, y eso son intocables”

Bianchi: “Bueno. Sufrí muchísimo porque nos fuimos un año. Dejamos las cosas en la casa, que es una casa cerrada, un departamento. Y en el intertanto que no estábamos, decidimos pintar. Entonces, no estando, pintamos. Pero tuvieron que sacar todos los discos, todos los libros, y sacar todo para poder pintar los estantes. Y cuando volví, los señores que habían pintado, los habían puesto de nuevo. ¡Y estaba todo cambiado!”

Rodríguez: “Lo sacaron y lo pusieron”

Bianchi: “Entonces llegué un jueves, a la hora que llegan los aviones de Estados Unidos, como en la mañana, a las siete, y no pude dejar ese mismo jueves, hasta la ultima hora de la noche del día que había llegado, de estar todo el rato cambiando, porque no iba a poder dormir. Si veía que estaba Cortázar al lado de Nick Hornby”. -VEA EL VIDEO ACÁ-