Di Mondo es el chileno que usa pantalones de torero Balmain de 4,7 millones de pesos, bordados con brillantes más grandes que los de la corona del Miss Universo; ternos Givenchy estampados con flores del Paraíso gigantes de $ 4 millones y que hace gimnasia matinal con zapatillas Gucci en tono lima eléctrico por $ 400 mil -MIRE AQUI TODAS LAS FOTOS CON LAS PINTAS MAS LOCAS DE DI MONDO-.

Una bagatela comparado con sus joyas Verdura o David Webb preferidas, de valor incalculable, y las máscaras que se pone para galas con millonarios. La última es una mezcla de cabeza de marciano y Lady Gaga, con cámara GoPro conectada a cinco iPhones pegados en círculo que transmitían en directo. Pesa 6 kilos y hace juego con una chaqueta, todo forrado en 24 mil cristales Swarovski.

El Peter Pan de 31 años tiene un clóset con más de 80 pares de zapatos y más de 40 sombreros. Se pone una capa dorada para ir a Disneylandia y un velo de malla con perlas para una premiación con Heidi Klum y Sarah Jessica Parker en Manhattan. Por eso el legendario fotógrafo del New York Times que retrata look en las calles de la Gran Manzana lo tiene de regalón y lo puso en portada de la sección “style”.

Esta semana Di Mondo aterrizó en Santiago con cinco maletas cargadas de piezas, como el conjunto parisino de mujer transparente con que llegó a la inauguración de la expo del fotógrafo David LaChapelle en el Museo de Arte Contemporáneo.

El Times y revista Cosas cuentan que detrás de tanto plumaje colorinche se esconde Edmundo Huerta, un hijo de exiliados de Santa Cruz y Marchigüe, primo de Juanito Yarur, que se crió en un pueblito de Texas. A los tres años ya armaba sus propias tenidas. En vez de añorar pelotas de fútbol, Huerta soñaba con chaquetas en tono fruta Versace y lentes oscuros Gucci.

A los 22 años en la inauguración de un spa en Miami conoció a la madre de Eric Javits, sombrerero de las aristócratas de Nueva York y de una familia muy influyente. Ella misma lo aprobó para su hijo. Se enamoraron por teléfono y Javits se lo llevó a vivir con él a su departamento de la Quinta Avenida.

Con Javits, Huerta comenzó a convertirse en una exótica flor de la moda. Murió Edmundo y nació Di Mondo, un tipo que arrasa con las boutiques de lujo, aunque es muy espiritual. Vegetariano, no bebe, lee a Deepak Chopra y practica mucho yoga. Se muestra humilde y alegre. “Puro”, como dice su novio. “He sido muy bendecido con mucho amor, de mi pareja, y quiero expresar esa felicidad”, es su lema.