“Ella se debe haber querido colgar del impasse que tuve con Pepi Velasco como para dejarme de maltratadora, que yo maltrato a la gente”, dice ahora Pancha Merino sobre Ingrid Cruz en uno de los escándalos de la semana.

Merino, Cruz y también Fran García-Huidobro, íntima amiga de esta última, trabajaron juntas en Cerro Alegre, de 1999, y Corazón Pirata, de 2001. Entonces las telenovelas eran grito, plata y alta sintonía, y sus protyagpnistas famosas y divas.

Hace unos días Cruz y García-Huudobro, en el podcast que hacen juntas, pelaron a la otra. “Pancha Merino me hizo la vida imposible. Me pisoteaba las cosas. Me trataba de rota... Se metió en mi vida privada”, afirmó Ingrid.

Pancha respondió con una bomba: “Yo pololeaba con Luciano Cruz-Coke y ella (Ingrid Cruz) se lo t..., se lo agarraba, y ella trabajaba conmigo”. Y ahora la repasó en Tal Cual:

“Ingrid Cruz se debe haber querido colgar del impasse que tuve con la Pepi (Velasco. Merino y Velasco tuvieron un round donde Velasco la acusó de ´maltratadora’) como para dejarme de maltratadora, que yo maltrato a la gente.

“Dice que yo también la maltraté, que ella sufrió mucho, que le pisaba la ropa... Perdonamé, no tengo ningún recuerdo de haber pisado la ropa. La que andaba ‘pisando’ por el área dramática era otra persona, no era yo.

“Yo tuve una enemistad con ella, porque yo pololeaba con el senador (Luciano Cruz-Coke) y de repente notaba ciertas cosas raras, que se desaparecía. Y un amigo muy leal (Pablo Illanes, en esa época guionista de teleseries de Canal 13) fue el único del área dramática que me dijo ‘te están cagando con la Ingrid Cruz hace tres meses. Se queda a dormir ahí. Anda con ella’. Y yo compartía elenco con ella, ella era un amor conmigo. O sea, no había enemistad.

“Lo comprobé poh. De hecho, me peleé con uno de mis mejores amigos, el (a actor) Andrés Gómez, como tres años, porque todos sabían y nadie me dijo. No me acuerdo qué le dije (a Cruz), pero algo le debo haber dicho, de seguro.

“Después de años me di cuenta que también me había ensañado con ella y al final el que tenía la responsabilidad de fidelidad conmigo era mi pololo. Ella no era mi amiga.

“Yo no voy a dejar que se haga la víctima cuando yo me defendí. Yo soy súper peleadora, pero solamente sí me veo atacada. Yo no puedo permitir que una colega saque a colación algo que pasó hace 30 años. Se quiso dar un gusto, hacer leña del árbol caído y querer dejarme de maltratadora. Eso no es leal”.