Las peores sospechas de Pancha Merino con respecto a su novio Andrea Marocchino aumentaron, e hicieron más profundo el dolor de la actriz de 52 años en medio de su proceso de separación, cuando le llegaron dos fotos del italiano con otra mujer.

Son un par de imágenes que no dicen nada de manera explícita, pero que para una persona que pasa por uno de los grandes tormentos amorosos de su vida, podrían ser interpretadas como la infidelidad más flagrante.

Las retratos son de un hombre y una mujer. Sus rostros están cerca. Están en un ambiente típico de un local nocturno. Hay poca luz, rojo intenso. Los rasgos del hombre sí podrían identificarlo como Andrea Marocchino. Los de su contertulia solo delatan un frondoso pelo rubio.

La cercanía de las caras podría deberse a que intentan escucharse en medio del ruido propio de un local de esa categoría. Las imágenes a las cuales tuvo acceso Glamorama durante el pasado fin de semana fueron enviadas hace semanas a Pancha Merino por Cecilia Gutiérrez.

Según la investigación de este sitio, la actriz de 52 años entonces comenzó a tratar de hacer conexiones, atar cabos, y llegó a la conclusión de que la mujer podría ser una de las integrantes del círculo de amistades nefastas del italiano con las cuales la figura de televisión lidió de la mejor manera posible durante los más de seis años de pololeo.

Incluso, Pancha creyó que se trataba de una chica más joven que ella, con la cual en alguna ocasión se encontró y esta le habrían pegado un pequeño topón.

Con estas fotos, el rostro de Tal Cual añadió otra espina a su dolor. “No sabe si Andrea se está agarrando a una mujer, o dos o tres... Ahora está tratando de averiguar”, comentan en el entorno.

Pero el quiebre ya estaba decidido antes del detalle de las fotos. No fue por infidelidad. Fue a causa de que Merino se hartó de las constantes salidas y encuentros de su novio con amigos a los que califica de “tóxicos”. Cincuentones y hasta sesentones solteros en busca de compañía de mujeres más jóvenes, veinteañeras, en juntas y carretes en locales como el Bardot, en Las Condes.

Se trató de un tema que ya había provocado crisis y acuerdos entre los novios, pero que al final decidió a la actriz a dejarle el camino libre a Marocchino.