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"Me empecé a despedir. Le dije a la Nico ‘te amo, qué pena que haya pasado esto cuando estábamos juntos...'": Alonso Quintero y el apuñalamiento que sufrió en Barrio Bellavista

Alonso Quintero en Podemos Hablar Vale

"Yo estaba en el suelo y me apuñalaron en el suelo, que fue una canallada increíble, gratuito, totalmente gratuito. No estaba metido en la pelea, no me había defendido y ni siquiera estaba ahí. Apuñalado", relata Alonso Quintero sobre la noche del jueves 20 de febrero de 2020, cuando fue violentamente atacado en el Barrio Bellavista.

El actor de 27 años fue uno de los invitados al último capítulo de Podemos Hablar exhibido por Chilevisión.

En el programa el rostro de teleseries como Mamá Mechona y Perdona Nuestros Pecados entregó un detallado recuento de lo que ocurrió la noche del delito. Estas fueron sus palabras:

“Estaba saliendo de un carrete en Bellavista, en un karaoke que había ido con mi mejor amigo y otro amigo. Tres y media de la mañana. Era jueves. Estaban cerrando el local y estábamos esperando el Uber.

“Llegó mi polola para allá, porque nos habíamos juntado para irnos para la casa. Y en eso pasa una moto de dos compadres que habían robado a alguien, entonces los venían persiguiendo, el método típico de agarrar y salir en la moto. Los iban persiguiendo y alguien saltó y les pegó una patada a los de la moto y se cayeron.

“En eso lo agarraron como detención ciudadana bien ensañada, porque las detenciones ciudadanas suelen ser bien ensañadas. Le empezaron a pegar a estos tipos. Y no andaban solos, eran como una pandilla y empezaron a salir por todos lados, 20, 25, con palos. Yo estaba a media cuadra de donde había pasado eso, mirando esto, porque pasó la moto y quedamos así como ‘oh, la mansa volá’.

“Y de repente empezaron a llegar de todos lados. Desde la calle de donde mismo venía la moto llegaron muchos donde estábamos nosotros, y otra gente que estaba en el karaoke con nosotros empezó como a meterse para tratar de frenarlos. Uno de los compadres se vino encima de donde estaba mi polola y yo lo eché para atrás. Me pegaron un palo en la cabeza y cuando estaba en el suelo me apuñalaron. Por nada. Yo estaba en nada, absolutamente en nada.

"No tenía nada que ver con lo que estaba pasando ahí. Pero creo que ellos estaban pegándole a todo el mundo para intimidar y que la gente se fuera. Yo estaba en el suelo y me apuñalaron en el suelo, que fue una canallada increíble, gratuito, totalmente gratuito. No estaba metido en la pelea, no me había defendido y ni siquiera estaba ahí. Apuñalado.

“En eso me para el Nacho, mi mejor amigo, y la Nico, mi polola. Yo uso lentes de contacto. Y como me pegaron en la cabeza, me empezó a salir mucha sangre y no veía nada. Veía todo rojo. Y me empiezan a decir ‘tenemos que irnos, porque te apuñalaron. Y yo me agarraba acá y decía ‘no, si me pegaron en la cabeza’, y la Nico dice ‘no, si te apuñalaron’. Estaba acá como Kill Bill (señala su zona abdominal), desangrándome.

“Y el Nacho empezó a tratar de parar autos, para que nos ayudaran, y nadie paraba. Paró un chofer de Beat, una aplicación, Felipe, que es venezolano, que estaba trabajando y nos vio. Vio que nos habían apuñalado y nos dijo ‘cabros, yo los llevo, súbanse nomás’. Y me llevó hasta la Clínica Santa María, que era lo más cerca.

“Se metió en contra del tránsito. Me dejó en la urgencia. Y ahí fue increíble cómo los enfermeros apretaron un botón de emergencia. En dos segundos estaba en una camilla, me habían puesto una vacuna contra el tétano, roto toda la ropa para ver las heridas. En dos minutos me tenían ya estable. Y fue feo.

“Todo el camino, hasta la clínica, que duró unos cinco minutos, pensé que me había muerto. De hecho, tenía una sensación de mezcla entre rabia pena.

"Rabia porque lo encontraba injusto, porque nunca me he metido con nadie, no he molestado a nadie, y qué mal morirse en estas circunstancias si no tenía nada que ver con lo que estaba pasando.

"Y pena porque estaba en un momento muy lindo de mi vida, estoy, y estaba muy feliz con los que estaba pasando y habría sido muy triste morirme en ese momento.

“Y me empecé a despedir. Le dije a la Nico ‘te amo, qué pena que haya pasado esto cuando estábamos juntos’. Le dije a mi amigo ‘dile a mi familia que los amo’. Y fue, porque empecé a desvanecerme. Y cuando me estabilizaron en la clínica fue un alivio cuando le dije a uno de los enfermeros ‘¿ya salvé o todavía estoy en riesgo?’.

"‘Salvaste, pero te van a tener que suturar, te perforaron el hígado, entonces vas a tener un tratamiento de un mes y tanto, pero ya estai’. Eso fue un alivio, respiré.

“Tuve que hacer terapia. Una semana hospitalizado. Después como un mes y medio en la casa, donde no podía hacer mucho porque como procesas todo el azúcar del sistema digestivo con el hígado, no tenía energía. Despertaba en la mañana, caminaba tres pasos y quedas como que te quieres ir a dormir altiro. No podía ducharme solo. Me tenían que acompañar al baño. Fue pesado. Pero hay un momento después de tres semanas que, de repente, te sientes bien”.

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