“Lo que hizo en su programa destruyó mi carrera de 20 años”, afirma José Miguel Villouta sobre Natalia Valdebenito en un testimonio que publicó en su página web.

El periodista, comunicador y animador de 48 años; uno de los con más talento de su generación, creador de espacios como El Interruptor, realizador de un podcast cuando este formato no tenía ni cerca la popularidad de hoy, rostro del stand up comedy, radio y otras plataformas, desapareció en 2017 de la televisión y los medios de comunicación establecidos.

Vive en la zona de Los Vilos junto a su mamá, en una casa familiar con vista a la playa y que pusieron en venta por penurias monetarias. “No tengo donde caerme muerto” y “me voy a poner a trabajar en Uber Eats” son algunas de las frases que utiliza para describir su actual momento financiero.

Y de todo culpa a Valdebenito, quien era su amiga del alma y a quien, plantea, ayudó a forjar su carrera a través de Cabra Chica Chica Gritona -“programa para el cual la elegí“-, El Club de la Comedia; impulsando su show en el Festival de Viña y formando durante tres años Hardcore, grupo de stand-up junto a Jani Dueñas y Paloma Salas.

Todo se le vino abajo en 2017, cuando Natalia supuestamente orquestó su debacle. “Las cancelaciones son la nueva hoguera. Ella gatilló una en mi contra en plena era del #MeToo”, narra el comunicador.

El periodista se refiere al episodio de El Cuento de la Criada. Ese 2017 él escribió en Twitter una frase donde aludía a esa novela de la autora canadiense Margaret Atwood -que inspiró la premiada serie The Handmaid’s Tale- y al mismo tiempo mencionaba al movimiento feminista chileno. “Las feministas chilenas son tan chilenas que en ninguna librería he podido encontrar El Cuento de la Criada. Acá el canon es así de penca”, publicó en la red social ahora X.

Se desencadenó una ola en su contra y argumenta que Valdebenito avivó la hoguera:

“Fue luego de haber escrito un tweet sobre gustos literarios mediocres que hoy puedo reconocer que estuvo fuera de lugar. Todos cometemos errores. Yo ya no trabajaba en (el programa de farándula de La Red) Intrusos.

“Sin que le hiciera nada (como le iba a hacer algo si la amaba y admiraba) fue capaz de invitar reiteradamente a personas a su programa con el objetivo de iniciar una campaña donde terminé siendo señalado como misógino y racista.

“Lo que hizo en su programa destruyó mi carrera de 20 años. Una carrera que en esa época un gay tenía que lograr esforzándose tres veces más y recibiendo el tercio del sueldo”.

José Miguel atestigua que el odio y la cancelación solo aumentó. A tal punto, escribe, que “gracias a Valdebenito hoy, si tengo una amiga, ni siquiera puedo sacarme una foto con ella, porque existe la potencialidad de que la troleen. Si es jueza, por ejemplo, un diario escribirá sobre ella cuando le hagan un perfil: ‘Y es amiga de Villouta, el misógino”.

“Debido a los pensamientos intrusivos que tiene una persona con bipolaridad y déficit atencional, me cuesta ingresar a Instagram donde frecuentemente los seguidores de Valdebenito me escriben misógino y cuico de mier...”, suma.

Y sigue: “Ella se encargó de que me detuvieran y me desaparecieran (de los medios de comunicación). Cero palabra escrita siquiera en un blog sobre mi radio. Lo único que pasó es que Apple Podcasts calificó mi podcast (que ahora es una radio) como uno de los mejores del año. Aparte de eso, nada... Gracias a Valdebenito, soy incontratable”.