“Sentía que nunca me había querido, nunca me había aceptado y nunca me iba a entender”, recuerda Andrés Caniulef sobre el período de más oscuridad de su vida. cuando estaba en el peak de su fama, en la década pasada, pero mantenía fuera del ámbito público su orientación sexual y anestesiaba con excesos.

A los 48 años, y tras el shock séptico que lo tuvo en coma inducido, el hombre que fue sacado del clóset por “Botota Fox” en 2016, narró en el último capítulo de Only Fama ese período de máxima dificultad:

“Mi verdadera enfermedad era la soledad, el querer estar ajeno al mundo, que nadie supiera mi historias, que nadie me conociera cómo estaba siendo en ese momento. Porque mientras más sufría más solo estaba, y mientras más solo estaba más enfiestado estaba.

“Entonces eso hace que no solamente no quieras tener gente a tu alrededor, sino que quieres cuidar el poco pudor que te queda a esas alturas. A mí lo que me pasó es que yo me enfermé de soledad, pero porque yo lo quise así, porque yo elegí mal el camino.

“Ese fue mi momento pick televisivamente, estaba ganando mucha plata, me sentía el rey del mundo, pero el rey del mundo murió ahogado en el Atlántico. Fui tropezando conmigo, fui tropezando con mi ego, con mi tozudez, porque tú quieres culpar a alguien y el único que sentía que era el gran culpable era mi papá.

“Porque sentía que nunca me había querido, nunca me había aceptado y nunca me iba a entender. Y me di cuenta que no poh, mi papá está ahí, siempre estuvo, nunca dejó de estar. Mi mamá nunca dejó de estar. Siempre estuvieron al teléfono. Era yo el que no levantaba el teléfono.

“Por vergüenza, cómo les contaba que era gay, que estaba infectado, que estaba solo, que todas las luces y brillos que se veían de mí eran todas artificiales”