“Había de todo, había futbolista, Mekano, estaba toda la tele adentro”, recordó Francisco Kaminski sobre el epicentro de la farándula en los años 2000, la discoteca Kmasú.

Desde Mauricio Pinilla a los combos, al romance de Coté López y Mago Jiménez, el centro nocturno que originalmente estaba ubicado en Ñuñoa fue el reino de los escándalos entre modelos y futbolistas, riñas e infidelidades.

El comunicador, que por aquella época era el notero estrella de la farándula discotequera, recordó su mejor carrete en el lugar:

“Este fue un epicentro nocturno, muy entretenido, y la mejor noche te podría decir que fue una noche pasamos de largo y terminamos hasta como las diez de la mañana, solo con los amigos de la tía Mane. Yo debo haber tenido unos 25 años.

“Había de todo, había futbolista, Mekano, estaba toda la tele adentro. Aparte que la tía Mane, que era la dueña, hacía este espacio como muy para los amigos, entonces ahí uno podía estar tranquilo”

José Antonio Neme: “¿Eran noches locas, que recuerdas bien sobregiradas, o no?”

Kaminski: “Ni tanto. Normales. Era bien farandulera. Pero era como la discoteque del momento, la de moda”

Neme: “¿Y por qué atraía tanto a los famosos?”

Kaminski: “Porque yo creo que la cordialidad de los dueños… Lo que pasa es que estaba la prensa, había un vip de famosos, había desfiles de moda”

Neme: “Ahí era donde quedaban los cagasos entre la modelo tal con la cual y volaban los micrófonos”

Kaminski: “Eso era. Entonces ahí se juntaba todo el espectáculo de los programas juveniles, los equipos de fútbol”.