“Sin Claudia yo no hubiera podido jugar el segundo tiempo de este partido que me trajo hasta aquí”, declaró Carlos Vives, entre lágrimas, el año pasado en una entrevista en el sitio US en Español, refiriéndose a su mujer, la misma que besó anoche en el Festival de Viña.

Claudia Elena Vásquez es una ex modelo colombiana. Participó en el Miss Universo del año 1997. Estudió Ingeniería Química y, a inicios de los 2000, conoció a Carlos Vives en un viaje en avión en el que coincidieron. Fue un flechazo. En 2008 Claudia se convirtió en la tercera esposa del cantante de La Gota Fría y tuvo con ella a sus dos hijos menores, Elena y Pedro.

A los tres o cuatro años de matrimonio, el cantautor sufrió el cambio y transformación de la industria de la música. Se quedó sin contrato con un sello discográfico y perdió todos sus recursos de tipo financiero producto de malas relaciones.

Con el ánimo por los suelos, sin visibilizar oportunidades, el colombiano de 63 años dejó la música y comenzó a trabajar en otra cosas sin éxito. Llegó el momento en que ni siquiera tenía plata para pagar las cuentas. Entonces, su mujer tomó el toro por las astas y reorganizó las prioridades y empujó a su marido para volver a la música.

Claudia se encargó de toda la parte de administración. Consiguió un nuevo mánager para Carlos y buscó el apoyo de otra disquera, para que el artista se preocupara solo de lo suyo: escribir temas y cantarlos.

La formula resultó y Vives renació. Vinieron nuevas composiciones, discos, éxitos, reconocimientos. Recuperó la confianza. El año pasado fue nombrado "Persona del Año" en los premios Grammy Latino y le dedicó el honor a Claudia, su amor.