“Fue una triste etapa de mi vida”, reveló a Glamorama Pamela Cifuentes, la mujer que amó durante diez años a Daniel Fuenzalida; empujó, convenció y asesoró al animador para que se rehabilitara, y también puso recursos y pidió créditos hasta que el conductor recuperó su salud y su carrera en las comunicaciones.

La ejecutiva que ocupa un alto puesto en el área de la salud privada, madre de tres hijos, confirmó a este sitio la crónica de una década de amor y decepción.

Ya terminados, “El Huevo”, recuperado e instalado otra vez en televisión, no le dio una mano cuando ella perdió el trabajo y comenzaron a juntarse las deudas, algunas contraídas para él, quien se había comprometido a pagar.

“Lo pasé mal los últimos años y solo espero que me devuelva plata”, dijo la profesional a este sitio, y el viernes en Only Fama detalló:

“Daniel en la vida real es una persona un poco apática. Es bien centro de mesa; hablar de él y escuchar lo que él hablaba, sino no era importante. Todo tenía que girar en torno a él, eso era tremendamente agotador”.

“Yo al final terminé disociada y enferma. Absolutamente disociada, porque empiezo a normalizar cosas que no estaban bien y que no eran normales. De repente, (Fuenzalida) no te hablaba en días y siempre era culpa tuya. O si tú le preguntabas ‘¿vas a llegar a comer?, ¿a qué hora vienes?’, ‘¡¿qué me molestai?!, ¡Estoy ocupado!’. No se le podía preguntar ni decir nada.

“Cuando yo perdí mi trabajo, y esa cuestión sí me dolió mucho, me trataba de ‘cesante’; que los trabajos los había tenido por suerte, no por mi capacidad, siendo que soy una persona súper preparada profesionalmente... Yo después me hice un tratamiento de tres años por maltrato psicológico”.