Ha pasado un año desde el lanzamiento en PlayStation 5 de Final Fantasy VII Rebirth, la segunda parte del remake del clásico de PlayStation One, y finalmente el juego ha aterrizado en Steam, con un port que presenta una serie de mejoras en su aspecto gráfico y lo convierten en la mejor versión de este aclamado título.

Final Fantasy VII Rebirth comienza momentos después de que nuestros personajes abandonaran Midgar (final del primer juego), puntualmente en el pueblo de Kalm, donde están recordando lo ocurrido en Nibelheim, el pueblo donde crecieron Cloud y Tifa, y donde se desataron gran parte de los hechos que llevaron a lo que ocurre en el presente.

Este viaje al pasado nos sirve de tutorial para aprender las mecánicas básicas, que se mantienen principalmente desde el primer juego, a la vez que nos entrega un pequeño regalo: dejarnos utilizar a Sephiroth en algunos de los combates.

Ya sea que jugaste el primer juego o este sea tu primer acercamiento a Final Fantasy VII, hay que señalar que la historia está mucho más desarrollada en ciertos aspectos en comparación con el juego original, enfocándose en gran medida en las relaciones que tienen los diferentes personajes, sus motivaciones y los distintos problemas que afectan a cada uno de ellos. A pesar de ser un remake, inevitablemente algunas cosas fueron cambiadas, pero en gran medida el juego avanza a gran ritmo, aun cuando nos presenta un mundo abierto con muchas cosas por hacer.

El mundo abierto presentado por Final Fantasy VII Rebirth está dividido en zonas que se irán desbloqueando a medida que avancemos en la historia. Estos lugares se pueden explorar con bastante libertad y contienen diferentes secretos y actividades, desde activar cada una de las torres de reconocimiento hasta encontrar templos ocultos. Todo esto nos recompensará de una u otra forma para motivarnos a la exploración.

Un aspecto destacado de las diferentes zonas es que cada una, además de tener su propia geografía, nos permite utilizar Chocobos con habilidades únicas. Algunos pueden escalar paredes, mientras que otros pueden planear. Esto hace que cada zona tenga su propio atractivo y mecánicas distintivas que la diferencian de las demás.

Tal como destacamos cuando se lanzó el juego en PlayStation 5, sin duda, un aspecto crucial de esta entrega es la gran cantidad de minijuegos que presenta, ya que prácticamente cada actividad viene acompañada de algún tipo de minijuego. Desde el juego de cartas Queen’s Blood hasta minijuegos de motos, tiro al blanco, una especie de fútbol con bestias, entre otros, le dan bastante diversidad a la jugabilidad.

Como ya mencionaba, la jugabilidad se mantiene en gran medida igual a la de la primera entrega, aunque suma algunos elementos como las habilidades sincronizadas, que son poderosos ataques realizados por dos personajes a la vez y que dan un soplo de aire fresco al título. Hay que señalar que, aunque la jugabilidad se mantiene igual a la de la primera entrega, la variedad de personajes que se nos suman en esta acción, como Caith Sith, Red XIII y Yuffie, nos entrega una enorme diversidad, ya que cada uno cuenta con su propio estilo de juego y habilidades

Pero vamos a lo que realmente importa, el aspecto visual….

Como era de esperarse, la versión para PC de Final Fantasy VII: Rebirth llega acompañada de una serie de opciones específicas que hacen que el juego luzca mejor que nunca y se pueda adaptar a los diferentes computadores de los usuarios. Así, tenemos la tasa de imágenes por segundo desbloqueada, pudiendo elegir entre 30, 60, 90 y 120 FPS, aunque sin la posibilidad de acceder a opciones más altas como podrían ser 144 Hz y 240 Hz.

Junto con esto, tenemos opciones como Nvidia DLSS, cambiar la resolución de imagen, opciones de ventana y configuración de texturas y sombras. En nuestro caso, probamos el juego en configuración alta jugando a 4K a 60 FPS y 2K a 90 FPS. Ya sea en el mundo abierto, los combates o las cinemáticas, este luce visualmente increíble.

Esto, junto con los ajustes realizados al juego en temas como la iluminación, hacen que se destaque desde un primer momento y resulte mucho más atractivo que la versión de PlayStation 5, con mucha más atmósfera y permitiéndonos sumergirnos completamente en esta entrega.

Otra opción que hay que destacar, y que ha sido la tónica de los juegos lanzados en PlayStation 5 que llegan a PC, es la compatibilidad con DualSense, que en esta ocasión también está presente y nos ayuda un poco más en el tema de inmersión.

En conclusión...

Final Fantasy VII Rebirth es un juego que llega bien optimizado que, a lo largo de nuestra prueba, no presentó mayores problemas ni bugs. Visualmente es increíble y, además, cuenta con las opciones necesarias para adaptarse a la perfección a las diferentes opciones de computador.

Quizás un punto que podría considerarse en contra es que el juego realmente brilla en un computador potente, por lo que si el tuyo no lo es, quizás te convenga optar por la versión de PS5. De igual forma, la gran cantidad de espacio requerido puede resultar un problema para los usuarios con equipos con almacenamiento más limitado.