¿Son o no son rockeros? Al parecer, eso fue lo que le molestó a Alison Mandel, ayer en el programa "La Cuarta en la Quinta", de La Cuarta TV. Cuando hablamos de hacer "Stand Up", para mi gusto, es el rock pesado del humor. Sin embargo, en el momento de los quiubos, pareciera que son unas santas y frágiles palomas, el rock les dura arriba del escenario no más.

He recibido "insultos personales" en reiteradas ocasiones de los integrantes del Club de La Comedia, por críticas realizadas a su labor profesional de humoristas.

Pareciera que esto se transformó en algo personal y la verdad es que no es así, no muchachos, están muy equivocados.

Recibo insultos todo el santo día, porque ser crítico es muy difícil, el 50% del público está de acuerdo contigo y el otro 50% no. Es un trabajo complicado, siempre estás al límite de que la gente se ofenda, porque no recibe el mensaje desde una mirada profesional, si no como si fuera un ataque personal, trato de hacerlo lo mejor posible y con el mayor profesionalismo, como tiene que ser.

Otro punto muy complicado es criticar a una mujer. Se tiran encima como gatos, con argumentos del tipo "cómo la criticas así, si es mujer". Después se quejan por igualdad de condiciones.

Ayer, le recordé la rutina burda de Chiqui Aguayo a su compañera Mandel y también le molestó, se paró y se fue.

Cuando disparan desde la tribuna del escenario, los rockeros se refieren mal a la autoridad, con justa razón en algunas ocasiones, pero cuando se bajan del escenario y tienen que vender sus películas o programas, son como angelitos.

No pues muchachos, si quieren hacer rock, tiene que morir con las botas puestas, como lo hace León Murillo o Rodrigo González.