Sí o sí la llegada de una mascota al hogar cambia los hábitos al interior de una familia y sobre todo cuando ésta nunca antes ha tenido un animalito a quien darle amor.

Pero sus cuidados no son llegar y llevar. También tiene su ciencia el cuento de ser amo de un perrito y muchas veces la gente desconoce ciertas responsabilidades que debe cumplir.

Es por esto que LaCuarta.com te entrega 10 consejos para que críes, enseñes y disfrutes de las gracias de tu cachupín como Dios manda.

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Lo esencial: Es necesario que cuando llegue el cachorro a su nuevo hogar se tenga lo indispensable. Por ejemplo, su plato para el agua, comida, cama, collar, una trailla (que afirma desde el cuello) o arnés (que lo sujeta desde el tórax) y sus juguetes. Es ideal que el collar que utilize la mascota posea un pequeño cascabel, pues al sonar logrará ser escuchado por el dueño y asi se evitará que la mascota sufra una lesión por parte del adulto

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Alimentación: Se debe elegir un alimento que cumpla con todas las necesidades nutricionales, sobre todo en lo que respecta a la cantidad de proteínas. Además, hay que seleccionar una comida que especifique para qué tamaño de raza está elaborado, ya sea pequeña, mediana o grande. También se debe observar en el rótulo que el alimento sea el indicado, en caso de que la mascota sea cachorro o adulto, y la ración con la que se debe alimentar de acuerdo al peso del animal. En caso de que el envase del alimento no especifique la cantidad de comida, es necesario consultarlo con un médico veterinario, pues no se debe alimentar en exceso al regalón ya que puede inducir a obesidad y otros problemas de salud. Por otra parte, no se debe alimentar a la mascota del hogar con comida casera y menos dar golosinas ni huesos de pollo, vacuno o cerdo. Por último, hay que evitar los cambios de comida. Lo ideal es que si se compra de una marca especifica, seguir con ésta hasta el crecimiento de la mascota, para evitarle problemas digestivos.

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Enseñanza: Se les debe realizar un entrenamiento para enseñarles el lugar en que deben hacer sus deposiciones, ya sea en el patio de su casa o dentro del hogar Lo ideal es que esto parta desde cachorro, para que adquiera esta conducta hasta la adultez.

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Al Doctor: Es de vital importancia que, una vez que la mascota llegue a su nuevo hogar, sus dueños la lleven donde un médico veterinario para que le realice una revisión de rutina e inicie su calendario de vacunas y desparasitaciones.

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Vacunación: Una vez que la mascota inicie su calendario de vacunas, es indispensable que cumpla con éstas, ya que existen enfermedades como el distémper, parainfluenza, parvovirus, coronavirus y rabia que podría contraer.

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Controles: Es necesario que se controlen las enfermedades parasitarias, tanto internas como externas. Un ejemplo de parásitos externos son pulgas y garrapatas que, al no ser controladas, pueden llegar a provocar enfermedades graves en tu mascota.

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Higiene: Es de vital importancia que la mascota no tenga contacto con el agua hasta que finalice su calendario de vacunación, pues de hacerlo podría contraer enfermedades debido a que su sistema inmune no está protegido. Si tu mascota se encuentra muy sucia, se recomienda utilizar champú en polvo o espumas secas para su limpieza.

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Paseos: Durante todo el período de vacunación se recomienda que no saques a pasear al animal ni juntar con otros que sean adultos, ya que podría contagiarse con las enfermedades que éstos presenten y otras que se encuentren en el ambiente.

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Cuidados: Al animal se le debe cuidar como a un bebé. No se le debe exponer a bajas ni altas temperaturas. Además, hay que evitar el contacto con productos tóxicos que ellos puedan ingerir, elementos cortopunzantes y sustancias irritantes. Por último, es importante mencionar que sólo un médico veterinario está autorizado a medicar al animal. Nunca lo hagas tú. Evita administrarle fármacos de humanos, ya que esta mala práctica podría terminar en una intoxicación grave que puede llevar a la muerte.

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Miembro de la familia: Es importante tener en cuenta que los cachorros y las mascotas no son un juguete para los hijos. Son seres vivos, como nosotros. Por ende, sólo basta darles una orden con voz fuerte, sin golpes. Una vez que la cumplan, se debe premiarlos. De esta forma, el animal aprende.