Miles de gatos fueron sacrificados y enterrados por orden de las autoridades de Vietnam, luego que fueran incautados desde un camión que los trasladaba desde China y que tenía como destino varios restoranes locales.

Se estima que el vehículo llevaba una carga equivalente a 3 toneladas de felinos, cuya carne está disponible en restoranes en el norte del país, cerca de la frontera con China, pese a que el año 1998 el gobierno prohibió el comercio de la carne de gato porque éstos cazan a las ratas que destruyen los cultivos.

Luego de incautar el camión se procedió a sacrificar a los gatos, los que fueron enterrados en cumplimiento de las leyes debido a que constituyen un riesgo al ambiente y la salud.